Como si fuera un libro de poemas, el libro tiene varios apartados: Hacerse el muerto, Una silla para alguien; Sinopsis del hogar; Bésame, Platón; Monólogos y monstruos; Breve alegato contra el naturalismo y Apéndicee para curiosos.
Neuman ha escrito otros libros como: “El que espera”; “El último minuto”, y “Alumbramiento”. El autor escribe un dodecálogo sobre elcuento moderno en el que dice; “Cualquier forma breve podía ser un cuento, siempre que logre crear sensación de ficción”.
“La resolución del argumento y el final de texto mantienen un invisible tira y afloja. Si se impone lo primero, la estructura tiende a Poe. Si se impone lo segundo, tiende a Chejov. Si se queda en empate, ahí hay algo nuevo”, añade en otro punto.
El autor de “Hacerse el muerto” recoge las dedicatorias de todos sus cuentos a final del libro para no distraer ni interferir al lector, si las situara al comienzo de las historias.
Argentina ha dado grandes cuentistas como Julio Cortázar, Borges, Bioy Casares o Silvina Ocampo, que han dejado una rica estela para los narradores posteriores.