Félix M. Samaniego en una “Antología de Fábulas” de Samaniego en Edelvives  

Deliciosas, pedagógicas, sonoras en su poesía… nada mejor que leer y aprender fábulas desde niño para sumarse al imaginario de unas historias y enseñanzas que se han radicado en el imaginario de todos.

Félix M. Samaniego (La guardia, Álava, 1745 – 1801) vivió la época de la Ilustración, que busca educar y transformar la sociedad en pro de los ciudadanos. Se crearon las Sociedades Económicas de Amigos del País y el escritor alavés perteneció a la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País y escribió las fábulas para educar a los jóvenes. Hoy las fábulas se leen por igual entre jóvenes y adultos.

“Las fábulas son relatos breves, generalmente en verso que expresan enseñanza morales de vida práctica mediante animales que se comportan como seres humanos”, es la definición que se ofrece en el libro que comentamos.

El libro encuadernado con pastas duras acoge fábulas célebres como “El perro y el cocodrilo”; “El lobo y el perro flaco”; “La zorra y las uvas”; “El lobo y la oveja”; “El león y el ratón” o “El león y la zorra”.

Los ratones y los gatos merecen un apartado como protagonistas habituales de las fábulas. “Siempre representan la relación entre el fuerte y el débil derivada de su naturaleza: el gato caza aves y ratones para alimentarse, al igual que la comadreja que es un pequeño y agresivo mamífero cuyo principal alimentos son los ratones. Los débiles, claro está, deben emplear todo su ingenio para defenderse y sobrevivir”, explica Victoria Sotomayor.

Perros, lobos, leones y zorras desfilan y sus comportamientos acaban por cristalizar significados: el león representa el poder y la fuerza; la zorra es astuta, inteligente e ingeniosa y suele salir bien parada con sus artimañas; el lobo representa la maldad, el daño… el perro, domesticado por el hombre, es prudente y fiel…