Mubarak, desde su cama del hospital militar de El Cairo en el que se encuentra hospitalizado, se sintió superado por las explícitas imágenes del libio herido.
En Egipto, el pueblo sacó del poder al presidente Mubarak en febrero. Allí, el sangriento final de Gadafi recuerda que, si bien Mubarak tuvo que someterse a juicio, pasa la mayor parte del tiempo en un hospital de lujo.
Las imágenes de televisión del proceso por la muerte de más de 800 manifestantes ya casi no se emiten y los principales testigos declaran aislados del ojo público. Mientras, muchos creen que Mubarak, de 83 años, saldrá casi ileso del proceso.
De hecho, los generales que asumieron el poder provisoriamente tras su partida muestran tendencias autoritarias. Tribunales militares envían a prisión por años a manifestantes y blogueros críticos.
En las elecciones que comienzan a fines de noviembre, ex cuadros y favoritos del régimen de Mubarak podrían volver al ruedo político. "Los libios fueron más radicales y por eso están más adelante que nosotros", opina un activista prodemocracia en El Cairo.
Después de los acontecimientos en Libia, el ejército egipcio ha reforzado la presencia de escoltas cerca del hospital.