www.euromundoglobal.com

CAFE CON POLITICAS, POR FAVOR

La inmigración, cuestión de política internacional

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
La presión demográfica ejercida por la inmigración se ha convertido en un indicativo político para la toma de decisiones, por lo que la postura que los partidos toman ante este fenómeno permite prever el signo de los resultados en las urnas. Hace décadas el mundo se guiaba por lo que sucedía en Europa, actualmente parece que este viejo continente sigue las pautas de Estados Unidos con un retraso de más de quince años. Esta puede ser una de las pistas que nos alumbren para entender una de las razones por las que la Unión Europea está blindando sus fronteras a la inmigración.
Al repasar cifras sobre migración resulta que en el último cuarto del siglo XX los resultados de las encuestas de la opinión pública estadounidense han indicado que desde 1977 hasta 1993 se ha pasado de un 42% a un 62% de personas que han manifestado estar a favor de reducir la inmigración. Ello explica que en 1995 la Comisión para la Reforma de la Inmigración recomendara reducir la cifra de inmigración legal de 800.000 personas a 550.000 al año, aplicando además cierto matiz como es el dar preferencia a la reagrupación de hijos y cónyuges pero no a otros parientes de los emigrantes.

Trece años después gana las elecciones generales a la presidencia de Estados Unidos un hombre negro. Encontramos en este punto una particularidad, y es que según la Oficina estadounidense del Censo la población negra pasará de representar un 13% en 1993 a un 14% en el 2050. Sin embargo los blancos no hispanos disminuirán pasando de un 73% a un 53% para el mismo periodo; en cambio los hispanos evolucionarán de un 10% a un 25%. Cabe interpretar que la población negra está completamente integrada en la sociedad estadounidense ya que no representa una presión demográfica en los asuntos que implican toma de decisiones políticas. Esperemos que dentro de 100 años los hispanos hayan alcanzado un número suficiente y estable como para que un individuo latinoamericano opte a ganar las elecciones presidenciales al igual que Obama.

Continuando las reflexiones en la misma línea, vemos que, entre 1821 y 1924, coincidiendo con la descolonización, en torno a 55 millones de europeos migraron al extranjero, precediendo esta cifra ajustadamente en el tiempo al crash económico de 1929. Es un dato representativo de las cifras poblacionales medias europeas de la época y por tanto, a tener actualmente en cuenta dado que estamos pasando por una crisis migratoria global cuyas consecuencias seguramente han sido estudiadas; ya que, en declaraciones del 24 de junio de este año, según Javier Solana, ha habido suficientes indicativos de que íbamos a entrar en una fase crítica de la historia contemporánea.

Recapitulando, en Estados Unidos no sólo han reducido las cifras de inmigración legal sino que fue aprobada la proposición 187 a finales de 1994 para negar toda prestación sanitaria, educativa y de bienestar tanto a los emigrantes ilegales en suelo americano como a sus hijos. Son conceptos de actualidad en los discursos y polémicas sobre la inmigración española. Europa no se queda atrás; en Francia, en 1990, el 76% de la población opinaba que había demasiados árabes viviendo en suelo francés, el 46% pensaba que había demasiados negros y el 40% tenía la misma opinión respecto a los asiáticos. Cuatro años más tarde, un 47% de los alemanes manifestaba que preferían que no vivieran en sus vecindarios más árabes, un 39% mostraba la misma preferencia respecto a los polacos y un 36% respecto a los turcos. Cada país varía sus porcentajes adecuándolos a su realidad, pero lo que llama la atención es que comparten la misma opinión respecto a los árabes, posiblemente debido a la percepción de que les separa un abismo cultural.

De todos modos, siguiendo un viejo adagio que dice que lo que pasa en Europa le llega a España con un retraso de décadas y siempre después de que Francia haya superado ese virus, me permito recordar que en 1990 Jacques Chirac decía: “la inmigración debe pararse totalmente”. Tanto F. Mitterand como otros políticos franceses adoptaron posturas contrarias a la inmigración por lo que este tema se convirtió en un asunto importante en las elecciones parlamentarias de 1993 contribuyendo así a que triunfaran los partidos conservadores. Queda por ver si la etapa de seguidismo español de las políticas europeas ha terminado y si el Gobierno de Zapatero considerará la idoneidad de adaptarse a las nuevas realidades.

En todo caso, por toda Europa existen grandes colonias de trabajadores emigrantes que se han legalizado y están pendientes de ejercer su pleno derecho a votar sin considerar que el crecimiento vegetativo europeo está en torno al cero marcando un fuerte contraste con los índices de fecundidad del emigrante. Tampoco toman total consciencia de su trascendencia en la crisis global y de que el papel que van a jugar demuestra contundentemente que esa masiva migración tiene algo que ver con la actual crisis económica y financiera que estamos viviendo, la misma que va a transformar totalmente a las sociedades de acogida.

Por otra parte no ha habido en toda la historia de la humanidad una población joven �menor de 25 años- tan numerosa como actualmente. Considerando que las grandes revoluciones que han transformado el mundo han sido acompañadas por el empuje de los jóvenes que demandan trabajo, bienestar, salud, formación... no podemos analizar los acontecimientos sólo como una crisis civilizacional. Lo que estamos viviendo es una realidad que ha estado transformándose silenciosamente y que hoy está gritando por un cambio real.

El gran miedo de la clase política consiste en la incertidumbre de que los parches sociales y económicos que se están aplicando sean suficientes ante eventuales reclamaciones masivas, tan incontrolables e imparables como inasequibles al desaliento en sus reivindicaciones y lejanas a las ideologías de derechas e izquierdas que han trufado la historia del siglo pasado. ¿Qué acuerdo, directiva o tratado occidental puede detener la realidad? Todo cambio inquieta a los que tienen más en juego, los que tienen poco o nada que perder son percibidos como una amenaza.

Hace más de veinte y cinco años que los datos estaban anunciando un cambio de identidad profundo y generalizado en correlación directa con los avances contemporáneos, pero lo que nos han presentado es un proceso hacia la identidad global �la globalización-, en un intento por controlar todo lo que alterase el orden establecido. Hoy se habla de un cambio de las estructuras e instituciones internacionales como las del FMI, del Banco Mundial, del G-7 que se convertirá en un G-20... En definitiva se está gestando con la mayor suavidad un cambio de paradigma, el problema consiste en saber si los más dejarán que otra vez se les hagan de menos o no.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (19)    No(0)

+
0 comentarios
Portada | Hemeroteca | Índice temático | Sitemap News | Búsquedas | [ RSS - XML ] | Política de privacidad y cookies | Aviso Legal
EURO MUNDO GLOBAL
C/ Piedras Vivas, 1 Bajo, 28692.Villafranca del Castillo, Madrid - España :: Tlf. 91 815 46 69 Contacto
EMGCibeles.net, Soluciones Web, Gestor de Contenidos, Especializados en medios de comunicación.EditMaker 7.8