Ex modelo tahitiana desclasifica su traumático romance con Julio Iglesias

SANTIAGO DE CHILE.- "A veces me pregunto dónde dejé mis sueños. Me he convertido en tu muñeca de trapo. A veces pienso que la gente no alcanza a verme. Siento que las miradas me atraviesan", escribe Vaitiare Hirshon-Asars remontándose a los años 80, cuando apenas rondaba los 20 años.

Se trata de un pasaje del libro autobiográfico que se animó a escribir esta ex modelo tahitiana, y que bien representa el estado de ánimo por el que atravesaba en el momento vital que relata. Porque este volumen de memorias no se centra en la vida completa de esta mujer, sino en apenas seis de sus 47 años, específicamente aquellos que compartió con el astro español Julio Iglesias.
Hirshon-Asars fue una de las más recordadas y oficiales novias del cantante tras su divorcio con Isabel Preysler, y ahora, más de 20 años después de su ruptura, se animó a plasmar esa experiencia en un libro, en el que desnuda al español como un hombre egocéntrico, machista, autoritario y dado a los excesos.
La edición ya está en librerías locales bajo el título "Muñeca de trapo" (Ediciones B,), precisamente la denominación más frecuente de la tahitiana para calificarse al lado de Iglesias. Porque aunque se dejó cautivar por la estampa de playboy imposible del español y por su célebre galantería —cuando apenas tenía 17 años—, muy pronto su relación entró en una espiral de celos, autoritarismo y vicios.
Algo de eso vislumbró al conocerlo, cuando participó en el rodaje de un videoclip, y luego de que otras chicas de ese staff le adelantaran hasta las comas de las frases que le diría para llevarla a su cama. Todo fue más concreto cuando la relación ya llevaba unos días, e Iglesias le advirtiera que por ningún motivo debía usar tacos de más de siete centímetros, porque es "de ahí para arriba son zapatos de prostituta", y porque "no me gusta que los demás te miren".
Luego de eso vinieron seis años juntos, en los que Hirshon-Asars conoció el mundo entero y accedió a riquezas insólitas y extravagantes, de la mano de una estrella que intentaba remediar otras carencias con costosos regalos, y que no le permitía salir de una joyería sin una pieza lo suficientemente cara, tras la frase "elige lo que quieras".

Seis años con episodios de violencia verbal si es que el maquillaje no era el adecuado o si es que apenas se miraba a otro hombre, y en los que a poco andar el español la habría introducido en las drogas, además de atrevidas experiencias sexuales, que incluían la presencia de otras mujeres en la cama de ambos.
Con una pluma que hasta Corín Tellado habría encontrado melosa a ratos, y con el retrato de una mujer que hasta la feminista menos comprometida cuestionaría, "Muñeca de trapo" de todos modos revela otros aspectos de un ídolo clásico en el mundo hispanoamericano, así como las zonas oscuras del que fuera uno de sus más insignes galanes.