Procedente de Nueva York, y luego de hacer una escala en Trinidad, el avión se salió de la pista cuando llegaba bajo la lluvia al aeropuerto Cheddi Jagan y se partió en dos.
Representantes de Caribbean Airlines y autoridades de Guyana y Trinidad y Tobago han calificado de milagroso el desenlace del percance, pues el avión no explotó ni se incendió tras estrellarse, sino que quedó varado sobre una ligera pendiente mientras los pasajeros salían sin mayores problemas.
En Guyana eran esperados el domingo investigadores de la aerolínea, del fabricante Boeing, de la Oficina Nacional de Seguridad en el Transporte estadounidense (NTSB, en inglés) y de la Autoridad de Aviación Federal.
A ese país viajó también Kamla Persad Bissessar, primera ministra de Trinidad y Tobago, pues Caribbean Airlines es la aerolínea pública de ese estado caribeño.
“Me quedé atónita por lo que vi y de saber que ahí no hubo víctimas, que no hubo fuego y de que no tampoco hubo explosión”, dijo Persad-Bissessar, quien visitó la terminal aérea en compañía de miembros de su gabinete y directivos de la línea aérea.
Según fuentes del Ministerio de Salud de Guyana, pese a la gravedad del accidente sólo se reportó una persona con una fractura de pierna y algunas con lesiones menores.