El Cuerpo si lo cuidas, te puede durar toda la vida (XXI)

El verano

La estación veraniega es la más propicia para poner a prueba nuestro estado físico. Seguramente durante el año y en espera de sus vacaciones, Ud. habrá pensado en aprovechar sus días de descanso laboral para ponerse en forma. La posibilidad de nadar, caminar o hacer excursiones al campo o la montaña le habrán conformado internamente de su convicción de que, definitivamente, en el resto del año, poco o nada de ejercicio físico hace de manera regular.

También es cierto que en el verano, en la playa o en la piscina, las posibilidades de esconder tripa son inexistentes. En bañador no hay truco que valga y por lo tanto, Ud. mostrará lo que tiene y nada más y no vale la pena lamentarse y prometerse a si mismo/a que a partir de ahora, tomará cartas en el asunto.

Ud. señora o señorita, mire a esas guapas chavalas que en la piscina o playa lucen un físico esplendoroso, con cada cosa en su lugar, y donde la ley de gravedad, aún no causa ningún estrago. Obviamente si Ud. ya ha pasado la barrera de los cuarenta, no podrá lucir en top-less como la guapa chica que está dos metros más allá y que tiene la mitad de sus años.

Por su parte Ud. señor, que quizás también ya ha rebasado la cuarentena, no se disculpe interiormente con la muleta mental de que la tripa, es producto de la buena vida y que es natural después de los treinta y cinco o cuarenta años, y que es casi como una marca de fábrica de los profesionales liberales o ejecutivos.

Lo cierto es que no hay excusa valedera para ser gordo/a, fofo/a o blandengue. Tampoco le pedimos que tenga músculos de culturista o que tenga una figura de modelo, pero con un mínimo de preocupación y esfuerzo, este verano podría haber lucido una figura ágil, una piel firme y un abdomen liso, a salvo de los antiestéticos michelines, que por mucho que le de vueltas, no le quedan bien a nadie. La gordura (por fortuna) ya no es pariente de la hermosura.

Mente sana, en cuerpo sano

Vivimos una época en que el aspecto físico importa mucho. Es una cuestión de patrones culturales que se encadenan con una serie de otras cosas, conformando un todo al cual, no se puede ignorar.

Por suerte esta tendencia, que algunos califican de hedonista, tiene además de las ventajas inherentes a su mejor aspecto, una consecuencia directa sobre su estado de salud general y la práctica de ejercicio físico regular, sólo puede traerle beneficios, de todo orden. La mente discurre mejor en un cuerpo sano y vigoroso. Su disposición al trabajo y actividades diarias será mayor si está físicamente bien preparado que si por contra, tiene Ud. fatiga hasta para levantarse de la silla, y no digamos si tiene que madrugar.

Si Ud. por ejemplo es un fumador habitual, el hecho de hacer ejercicio le obligará a reducir su consumo de tabaco ya que este, aminora notablemente, la capacidad para realizar actividades físicas que vayan más allá de sus desplazamientos cotidianos.

Si en este verano que ahora termina, tuvo Ud. en algún momento, la intención de nadar, jugar al voley-playa o hacer footing, se habrá dado cuenta de lo difícil que es pasar de la idea a la práctica.

¿No le causa cierta envidia ver a esos ciclistas de fin de semana sudando la gota gorda?, ¿cuánto tiempo hace que no monta en bicicleta, sale a caminar o a correr por un parque?.

Tener buen estado físico es más fácil de lo que se cree

Un buen estado físico con un buen tono muscular, es más fácil de conseguir de lo que se piensa. Sólo hace falta tener una rutina de ejercicios por simple que sea, de la manera más constante y frecuente que sea posible y no hace falta esforzarse para conseguir un cuerpo atlético ya que un buen estado físico, no necesariamente tiene que ir asociado a un físico de atleta.

Con sólo 10 minutos de ejercicios, tres veces a la semana, puede Ud. conseguir una serie de beneficios que le harán sentirse mejor y enfrentar con mayor vigor todas las actividades diarias.

Propóngase mejorar para los próximos meses

Seamos francos/as. A que le habría gustado que precisamente en este verano, hubiese estado en buena forma física. Quizás su suerte en la playa habría sido diferente y esa estupenda chica que estaba a su lado podría haber quedado con Ud. y no con ese otro tío que lo único diferente que tenía era su aspecto de surfer y de beach boy de la serie Los vigilantes de la playa. En ocasiones, el éxito depende (al menos en bañador), del perímetro de la cintura, antes que de otra cosa, sobre todo si viene Ud. saliendo de las frías aguas del mediterráneo.

¿Y que me dice Ud. señora, de esa delgaducha que tenía los ojos de todos los varones  presentes en la piscina, encima de ella? Tenía su misma estatura y era menos guapa que Ud. A decir verdad, no era nada guapa pero tenía todo muy bien repartido y quizás no pasaba de los 50 kilos y claro, Ud., aun siendo más guapa y tan alta como ella, sólo se diferenciaba por sus casi 72 kilos de peso...

Eche al olvido todo lo visto y deseado en este verano y propóngase mejorar para que la próxima vez que deba tomar sus vacaciones en la playa, la situación sea al revés. Esta decisión será mucho mejor y valdrá para siempre, en lugar de elegir sus vacaciones en invierno para ir, convenientemente forrado/a en un plumas, a cualquier centro de Esquí.

Decídase ahora y comience desde hoy mismo. Si se lo propone, el próximo verano podrá encontrarle con un nuevo look. Su cuerpo, su mente y su inmediato entorno (cualquiera que sea), se lo agradecerán. Puede estar seguro/a.

Será hasta la próxima...