La exposición recoge cuatrocientos años de las conquistas artísticas y culturales de Polonia del siglo XIV al XVIII, principalmente su edad de oro en los siglos XVI y XVII, a través de 195 obras, en su mayoría de gran relieve y valor en pintura, escultura, tapices, artes suntuarias y documentos. La Fundación Banco Santander, el Ministerio de Cultura de Polonia y Acción Cultural española son las entidades colaboradoras en la exposición.
Como en la mayoría de los países europeos, la formación de las colecciones de arte se deben a la Corona, la nobleza y la Iglesia, en un país como Polonia que se vio siempre condicionado por su situación geográfica, frontera del mundo cristiano por el este y la atracción de la estética oriental.
Entre las pieza y María Casimira (1676) expuestas más singulares se encuentran: “Nuestra Señora de Klonówka (siglo XIV) en madera de tilo dorada y policromada; el tapiz sobre “El Diluvio” (1567) en lana y seda, del castillo real de Cracovia; la medalla de la coronación de Juan III Sobieski, en oro, por Jan Höhn; el cuadro de la Anunciación de la Virgen, de la Escuela de Dirk Bouts (1470 – 1480) en óleo sobre lienzo o “San Estanislao”, patrón de Polonia (c. 1515) en temple sobre tabla, de Macin Czarny.
Desaparecida y reaparecida en 1800
El discurso expositivo abarca el Renacimiento tardomedieval. No olvidemos que las segunda Universidad centroeuropea se estableció en Cracovia, después de Praga. En 1364 el rey Casimiro el Grande obtuvo del papa el permiso necesario para establecer la Academia de Cracovia llamada ahora Universidad Jagellogiana. Copérnico y Johannes Hevelius fueron figuras relevantes de este período.
“La dama del armiño” fue adquirida en 1800, después de que se hubiera perdido la pista de este cuadro, que tiene tras de si numerosa. Es un cuadro en el que nos e aprecia pincelada alguna, para responder al ideal de bibliografía ilusión de realidad que se buscaba en el Renacimiento. El cuadro se ha expuesto en contadas ocasiones pero sí en las exposiciones importantes como “El retrato europeo entre los siglos XV y XX” (Museo Puskin, Moscú, 1972) o en “Botticelli to Titian.Two centurias of Italian Masterpieces (Bellinconi dedicó un hermoso soneto al cuadro de “La dama del armiño”:
“¿A quién guardas rencor Budapest, Szépmüvészeti Múzeum, (2009 -2010). ¿A quién envidias, Naturaleza?( ¿A Da Vinci, que pintó una de tus estrellas!/ Cecilia, tan bella hoy es aquella// frente a cuyos ojos el sol parece sombra oscura”
Tuyo es el honor, aun cuando su pintura
nos dé a entender que escucha y nos habla.
Piensa que cuanto más viva y hermosa aparezca
tanto mayor será su dicha futura.
Dale las gracias pues a Ludovico o bien
Al ingenio y la mano de Leonardo,
Que te permiten participar de la posteridad.
Quienes la vea, por más tiempo que haya pasado
Dirán al verla viva: así nos basta
Para entender qué es el arte y qué es la naturaleza”