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La Columna de MaloKa

Un Mayo bello y confuso, creativo y doloroso, creativo y rabioso.

Un Mayo bello y confuso, creativo y doloroso, creativo y rabioso.

Por Malo Ka Teatro Senso-Experiencial y Resiliencia (capacidad de sanar las propias heridas emocionales).

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h

No quisiera recomenzar mi columna hablando de este interesante y tercer mes en el Perú con talleres Senso-Experienciales dentro de la Casa Museo Mariátegui o el trabajo teatral en el Agustino (uno de los barrios mas pobres y conflictivos de Lima), sin antes hablar de las curiosidades de un Abril en Lima con los estudiantes de la Universidad Nacional del Callao o lo que sería peor, sin recrearme en el pasado mes en Ayacucho , experiencia que le da el titulo a esta columna.

 

Un Mayo bello y confuso, creativo y doloroso, creativo y rabioso.

Ayacucho, un lugar tan bello como complejo, en dónde no cabe duda que la clase política y en general la burocracia, no esta al nivel de las personas que transitan sus calles y sus montañas. A pesar de ello, Teatro del Vinagre consiguió llevar a buen fin su propósito: “El Príncipe Andino” basado en “El principito” de A. de S. Exupéry.

Fueron varios los caminos transitados por allí, pero el trabajo central transcurrió en el asentamiento humano de Rio Seco con las Victimas de Violencia Política en bella combinación con los jóvenes universitarios de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga.

Un mayo bello y confuso… Entre grupos humanos bien diferentes unos de los otros, pero con un fin común, la creación a partir del teatro y la resiliencia. Uno de ellos pequeño y curioso de una nueva institución llamada Yakuarte, la mayoría sin experiencia teatral, pero con una mirada abierta y curiosa hacia la exploración de los sentidos. Otro grupo de jóvenes del programa “Caminemos con ellos” del Centro Loyola Ayacucho, un colectivo de jóvenes “en riesgo de exclusión” de muy escasos recursos económicos y que han tenido que ver con pandillas varias y… en un día entero de convivencia teatral, Senso-Experiencial… al final no he podido quitarme el sombrero solo por que no lo llevaba puesto. Chicos y chicas entregados a la exploración de si mismos, generosos en la creación, honestos en la escena, divertidos, respetuosos…. Quise que el día no fuese uno solo, sentí deseo de crear un grupo de teatro, de dar continuidad a aquello que mis ojos estaban presenciando. Que alegría pues, este grupo de jóvenes rescatándose a si mismos. Alegría también cuándo el alcalde mas joven de Pampa Cangallo, una provincia en la que en el viaje anterior ya nos dio mil alegrías arriba en la sierra, nos propone toda una serie de talleres para dar a los maestros y así hacer un efecto multiplicador para los alumnos, un lugar mágico en donde el ritmo de la palabra en quechua es el que marca el compas que haz de seguir en cada paso del taller (al menos en la vez anterior fue así con la comunidad indígena), esta vez mas que al ritmo del quechua, fue al ritmo de los compromisos burocráticos…

Un Mayo bello y doloroso… Y que gira alrededor de LAS VICTIMAS DE LA VIOLENCIA POLITICA DEL PERU, un mayo en el que en el asentamiento humano de Rio Seco, encontramos nuestras propias miradas con las miradas de un grupo de mujeres (había un hombre, Marcelino, gracioso y juguetón) pertenecientes a la asociación AFADIVP- AYACUCHO (Asociación de Familias Desplazadas Internas por la Violencia Política) de carácter mixto pero… es que “quedaron tan pocos hombres después de la guerra interna…”, y nuestra combinada mirada con la de los jóvenes universitarios del área de comunicación, quienes a través de la mirada castigada de las “mamitas” como les llaman ellos, redescubrieron su historia mas inmediata y entraron en contacto con la mas intima y personal historia familiar, porque como bien dijo alguno de ellos “¿Y que Ayacuchano, de nuestra generación no tiene un familiar sino desaparecido, asesinado?”. Arriba, en el asentamiento, con las “mamitas” Marcelino, y los estudiantes que compartieron taller, haciendo a su vez de ayudantes y traductores de quechua, reímos, jugamos, lloramos, y sanamos a través del teatro. Fue doloroso ver incluso la generosidad con la que a través de los ejercicios nos regalaron sus testimonios, fue bello ver la entereza y firme intensión de sanar heridas, de no olvidar pero tampoco de quedarse en el dolor ni en el resentimiento, es realmente bello ver entre lagrimas la sonrisa del resiliente consciente que son estas mujeres. Bello ver la entrega de los jóvenes tanto en los talleres con la asociación, como en los particulares y el respeto en la puesta en escena de los testimonios de las mujeres y de sus propios recuerdos. Valientes fueron también al aceptar llevar una nariz de clown en escenas violentas y sacadas de la realidad, nariz para los subversivos, nariz para los militares, nariz para los campesinos y mi nariz fría de susto el día en que las señoras, las “mamitas” bajaron a ver la versión que hicimos (a manera de muestra), de sus experiencias. Susto por que si bien se hizo con el máximo respeto y sensibilidad, tuve miedo de ofender, pero en esta ocasión la verdad, el trabajo honesto ganó, y ellas emocionadas al final nos agradecieron, como bien dijo una de ellas “por hacernos recordar lo que no se puede olvidar, con una sonrisa”. Bella la generosidad de un cantautor de la talle de Carlos Falconí, que entre otros, es premio nacional, por dos veces por composiciones de canciones sobre los derechos humanos, quién en cuanto le planteamos el trabajo que estábamos realizando y la necesidad de un músico, acepto colaborar en la musicalización e incluso actuó el día que se estreno la muestra en el Teatro Municipal de Huamanga. Bello el ofrecimiento de la edición del trabajo por parte de Dolly JR Producciones, para presentar nuestro boceto a Iberescena y optar a una ayuda para realizar el trabajo y la puesta en escena de lo que hasta hoy es una muestra de todo lo que se podría conseguir. Fue bello creer en los múltiples apoyos que se ofrecieron desde fuera y que en su mayoría quedaron ahí en el programa de mano y mi mano rabiosa queriendo desaparecerlos.

Un mes de mayo creativo y rabioso… El gobierno regional, se compromete con poco, pero eso poco que promete lo cumple, con algo de retraso, pero cumple. Solo hubo que hacer respiración profunda en la espera. La Municipalidad me recibe muy bien, hubo que insistir pero bueno, cuando el señor alcalde me recibe, escucha con atención acerca del proyecto que estamos ejecutando e interesado en que se siga adelante, da el visto bueno verbal al presupuesto mínimo que le entregamos para llegar a buen fin, además nos ofrecen el teatro municipal para estrenar, bello teatro por cierto.

La parte importante y sustancial de este presupuesto estaba en el elemento humano, en el transporte de las Victimas de Violencia Política hasta el lugar de la representación en el local de la casa campesina Fada, cedido desde el comienzo para tal fin, y como no, en un mínimo refrigerio para los participantes del taller que nos ofrecieron sus dolorosas realidades para generar la creación del boceto del “Príncipe Andino” , en los desplazamientos de los jóvenes actores, y en elementos de utilería y attrezzo. Se nos dice de parte del regidor que adelantemos algunos gastos que el dinero saldrá, y así lo hacemos…

Vinieron días enteros de pasillos y esperas, parece que resulto tan incomoda nuestra presencia reclamando lo que se nos había prometido, que nos pusieron a un “técnico” para recorrer las calles de Ayacucho supervisando que si se compraba lo que se había dicho, en la oficina me sentí tratada como una delincuente que de España había ido a robar ¿300 soles? Que estaban destinados a transportes de victimas y que nunca llegaron. Después nos bajaron a la mitad del presupuesto y como con el “detective” ya se habían echo compras, pues lo gastado por nuestra cuenta según indicación del regidor aunque hubiese factura, ya no se podía devolver… en fin… Fue el propio presidente de CONAVIP, (Coordinadora Nacional de Organizaciones de Afectados por la Violencia Política), Daniel Roca, quién nos ofreció poner de su propio bolsillo lo del transporte de las “mamitas” o al menos una parte. Los jóvenes estudiantes propusieron ponerlo ellos de lo que la municipalidad les daría, y que el día del estreno firmaron sin recibirlo (y que espero que ya seles halla reembolsado), y así unas por otras sin el dinero la magia del teatro ocurrió, “El príncipe Andino” dejo ver lo que podrá ser en un futuro, mostró su esencia, las “mamitas” bajaron por sus propios medios, asistieron a la creación compartida, terminamos en un emotivo baile de Victimas, de estudiantes, y de publico. La presidenta de AFADIVP, Sra. Erasma, con la voz quebrada nos abrió los brazos a un próximo encuentro y mas duradero y en un abrazo nos fundimos todos con la ilusión de retomar un día el trabajo creativo y resiliente.

Y con el buen sabor de boca del acto creativo y ya para olvidarnos de los malos tragos partimos a tierra de Pampa Cangallo, en esta ocasión a dictar los talleres con los maestros (Cada taller Senso-Experiencial requiere un mínimo de 3 horas), cual sería el chasco, cuándo después del viaje nos informan que dictaremos solo 1 taller y de una sola hora!... Sin palabras… Sin palabras… Y… haciendo de la rabia un acto creativo de vida, permitiendo que Enrique LLantoy S. responsable de haberme acercado a esa tierra bella, me siga abriendo puertas y ventanas hacia los encantos de cumbres, cielos y caminos, nos encaminamos hacia dónde ni la electricidad llega y es justo allí en la luz de esa oscuridad, dónde encontré el mayor tesoro: casita de piedra, un fuego para calentarse, en la esquina un arpa, un David tocándola y un hijo, pequeño, diminuto cantando en la grandeza de la noche “. El arte en el puño bien cerrado de mi mano. Ahí lo quise guardar. También en la videocámara, grabación ayudada por alguna linterna y alguna vela. Pero el sonido perfecto, aun esta en el puño de mi mano.

Gracias Pampa cangallo, Gracias provincia, Gracias huamanga, Gracias Ayacucho, no me importa que tus políticos y banqueros sean lo que son o como son, o la realidad, la suya les atropelle, yo quiero volver a caminar contigo, a pie y de pie o sentada en la piedra, pero contigo que me recuerdas que para ver las estrellas solo hay que subir la mirada, y que con los ojos cerrados en el día también puedo verlas, sentirlas, olerlas, tocarlas, incluso masticarlas… como también mastiqué el único huevo que quedaba en tu mesa y que generosamente me ofreciste por que das hasta lo que no tienes y de ti aprendo. Gracias.

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