La escritora, por tanto también periodista, Inmaculada de la Fuente (Madrid)ha escrito la vida de María Moliner en un extenso libro y nos devuelve viva su trayectoria de mujer polivalente, como se exigía a buena parte de las mujeres que han llevado a cabo una tarea intelectual a la par de su vida privada.
En la presentación del libro “El exilio interior”, bajo el rótulo de “La bibliotecaria que soñaba palabras”, la autora dice: “El Diccionario era ella. Pero ella era mucho más que el diccionario”. “Su afán perfeccionista y su singular visión de la realidad habían quedado ya reflejados en el párrafo final de la “Presentación del Diccionario:
“La autora siente la necesidad de declarar que ha trabajado honradamente; que conscientemente no ha descuidado nada; que incluso en detalles nimios en los cuales, sin menoscabo aparente, se podía haber cortado por lo sano, ha dedicado a resolver la dificultad que presentaban un esfuerzo y un tiempo desproporcionados con su interés, por obediencia al imperativo irresistible de la escrupulosidad...”
El Diccionario más acucioso
María Moliner estudió en la Universidad, pese a su origen sencillo; se casó tuvo cuatro hijos, trabajó y se jubiló como bibliotecaria. “Hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana”, escribe García Márquez.
Inmaculada de la Fuente ha llevado a cabo una buena tarea de documentación e información que divide en dos partes. La primera que abarca: Una vida, un secreto; Simancas, ida y vuelta y “Los recuerdos que queman”. En la segunda, propiamente “El exilio interior” acoge los capítulos: “Se hizo de noche; El exilio interior” y “Tiempo de resurrección”.
El libro sobre la vida de María Moliner, que se acompaña de un cuaderno de fotografías, se completa con un árbol genealógico, una serie de fuentes y notas; bibliografía e índice onomástico. En suma un buen trabajo que bien merece una mujer intelectual española, luchó con generosidad contra las circunstancias adversas; que destacó por su tenacidad y empeño en una tarea como es el “Diccionario de uso”, del que hoy nos beneficiamos todos. Un diccionario que aclara como ningún otro, ese patrimonio común tan valioso como es el de la lengua castellana.