Haciendo un poco de historia, parece que el origen de este ritmo tan popular tiene una mezcla de raíces africanas, latinoamericanas y europeas. O sea que se debe a un proceso histórico y a una fusión biológica y cultural.
Y se da en el Río de la Plata esta inmigración masiva a partir de la última parte del siglo XIX, que superaba, extrañamente, en número a la cantidad de habitantes que habían en el lugar. Se dio en ambas ciudades en forma diferente, ya que en Montevideo quedó más el candombe y en Buenos Aires mucho más el tango.
Por otra parte es un ritmo de los suburbios, entremezclando lo urbano y suburbano, así como en Francia está el argot, del arrabal francés, aquí se produce el lunfardo como idioma tanguero y del arrabal. Ese lunfardo contiene palabras del italiano, del francés y de Africa, y es el idioma del tango más viejo, del tango que nació por esos años que hizo historia desde el comienzo. Ernesto Sábato dice que el tango es un híbrido en cuanto a su ritmo, ya que no se parece a nada, es algo nuevo y original.
En los comienzos, fue una música rechazada y prohibida por la Iglesia Católica y las clases altas, por eso se dio más en los suburbios y barrios pobres, los prostíbulos, los puertos, las cárceles y bodegones en donde se daba una mezcla de razas e inmigrantes.
Los primeros tangos que se conocieron fueron Tomá mate, che, del español Santiago Ramos, El queco y El merenguengué. Los inmigrantes alemanes fueron los que sin querer, sumaron el bandoneón al tango, que fue el que le dio un carácter especial.
La primera partitura de la que se tiene registro está en el Museo de la Partitura de Rosario (una de las principales ciudades de la provincia de Santa Fe), y data de 1889, llevando como nombre La canguela, sin autor conocido. Y el primer tango registrado es El entrerriano de Rosendo Mendizabal en 1898.
Hay títulos que fueron prohibidos por los gobiernos militares, por procaces, pero algunos fueron reeditados, como el caso de Concha Sucia de Francisco Canaro que luego pasó a llamarse Cara Sucia. Muchos de ellos, lamentablemente, se perdieron.
Los hijos de las adineradas familias de Argentina, comenzaron a llevar el tango a Paris, que era una ciudad muy frecuentada por las clases altas. Allí se fueron incorporando músicos de importancia que se sumaban a las filas del género. Se comienza a escribir letras mas evocativas de la infancia, los amores contrariados y los paisajes suburbanos. Se da más a la interpretación desde 1850. Por ese entonces se cantaba milongueado y con letras picarescas que escandalizaban a la sociedad.
Los cantantes destacados de la época eran Lola Membrives, Linda Thelma, Angel Villoldo, entre otros. Se daban éxitos como Hotel Victoria, El porteñito y un suceso enorme, La morocha en 1908.
Carlos Gardel, se inició como payador, cerca de 1910, y muchos de los temas que interpretaba fueron compuestos por él mismo y en la letra eran producidos por su amigo entrañable el poeta Alfredo Le Pera. Entre los tangos más famosos que interpretó
estaban La cumparsita, El choclo, El día que me quieras, Por una cabeza y Mi Buenos Aires querido, entre muchísimos más.
Lamentablemente, como es del conocimiento de todos, falleció muy joven, en un accidente aéreo de regreso de la ciudad de Medellín, Colombia. No sin antes alcanzar un prestigio internacional, habiendo cantado en las grandes capitales del mundo como
Paris y Nueva York.
Músicos que fueron dando vida al tango fueron Pascual Contursi, Juan D´Arienzo, Julio De Caro, Osvaldo Fresedo, Juan Carlos Cobian, entre muchos más. Cantantes de la talla de Sofía Bozán, Ignacio Corsini, Rosa Quiroga, Agustín Magaldi, Enrique Maciel, hacían oir sus voces en la década dorada del cuarenta en la que ya se daba el espectáculo en locales de lujo de la noche de Buenos Aires. Grandes orquestas como la de D´Arienzo, Carlos Di Sarli, Pugliese, Aníbal Troilo, Horacio Salgán, y Miguel Caló, daban brillo a cantantes y hacían sonar los acordes con las más gloriosas notas del tango de la época.
Los letristas que poetizaban esas músicas eran entro otros, Enrique Cadícamo, Cátulo Castillo, Enrique Santos Discépolo y Homero Manzi. Y las voces de entonces sonaban entre tangos y milongas con variados tonos que iban desde Libertad Lamarque, Tita Merello, el Polaco Goyeneche, Edmundo Rivero, Julio Sosa, Angel Vargas, Francisco Fiorentino, Hector Maure y Alberto Podestá.
A fines de los años cincuenta surgieron otras corrientes de tango como la de Mariano Mores y Astor Piazolla. Luego se fueron dando distintos compositores que le imprimieron más carácter de bolero como Chico Novarro y Cacho Castaña.
Es que el tango es un género musical amplio, que puede tener muchas variaciones y que permite ser interpretado por una gran variedad de formaciones instrumentales. Entre las más características están el cuarteto de guitarras, el dúo de guitarra y bandoneón, el trío de bandoneón, piano y contrabajo, y la orquesta típica o sexteto.
Su baile es a partir de una pareja abrazada y sus movimientos suelen ir desde los mas simples arrastres de pies y cruzadas, hasta los más complejos giros y volteretas, sentadas y lazos.
Buenos Aires, al ser cuna de esta danza, tiene en su patrimonio diversos lugares de baile. En ellos se puede tomar clases para aprender a bailar, se puede concursar, o simplemente escuchar la música. El centro porteño tiene un abanico de posibilidades para disfrutar del género. Se puede encontrar también ropa que recrea otras épocas, zapatos especiales para el baile, y toda una serie de accesorios que conjugan en darle un paisajismo y ambientación netamente tanguero. Hay tours exclusivamente dedicados al tango.
Hay lugares clásicos en la noche porteña como El viejo Almacén, Café de los Angelitos, Boca Tango, Esquina Carlos Gardel, Gala Tango, Madero Tango, y varios otros que pueden encontrar en el link.
http://www.welcomeargentina.com/tango/lugares.html
.jpg "Carlos Gardel el mejor intérprete de tangos de todos los tiempos…")
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