Los títulos de los relatos son “La nube”, “La tierra sin alma”, “El hombre amado”, “Dos hombres”, “Rule Britania”, “Proscritos”, “El Sr. Don Charles Congreve” y “La fuerza”. Además de sus relatos, es conocido por sus traducciones de Bertold Bretch,Thomas Mann y Stefan Zweig.
Publicado en 1932, cuando el autor tenía 29 años, había permanecido pedido desde entoces; apenas se custodia algún ejemplar en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en Washington y en la British Librery. Los relatos fueron escritos al regreso de Stern de un viaje por África, que como dicen muchos viajeros al continente negro, es una tierra que se mete en la piel.
Tierra de intensidad indígena, al tiempo que de presencias coloniales: holandeses, británicos, irlandeses, hombres y mujeres que buscan en África, entre gentes extrañas, una oportunidad o que huyen de la penuria. Inmundo duro y difícil, un medio hostil, una tierra sin corazón o sin alma como indican los editores, al menos en medio de los personajes de los cuentos narrados.
Stern pasó buena parte de su vida entre Alemania –donde se casó- y Nueva York, donde colaboró en el “New York Times”. Trabajó para la inteligencia militar americana. Viajó a Rhodesia en sus años de juventud y África le marcó como a otros muchos europeos. El autor mantuvo una buena amistad con el escritor W. H. Auden, que duró toda la vida.