El futuro depresivo de los hombres

SANTIAGO DE CHILE.- El siglo 21 no sólo trae sofisticados avances tecnológicos y una globalización reinante. Además de los complejos problemas medioambientales y brechas sociales que se agudizan en algunas partes del planeta, la depresión masculina se ha convertido en otro factor de preocupación, al menos en el mundo occidental.
Así lo reveló esta semana la revista British Journal of Psychiatry, que publicó un estudio realizado por expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory, en el que se explica que, si bien este mal aqueja sobre todo a las mujeres en la actualidad, se espera que dentro de las próximas décadas sean ellos los afectados, debido a dos factores principales: la apertura emocional y la economía.

Socialmente, en la actualidad se promueve a los hombres a abrir sus sentimientos y a no ser tan duros consigo mismos. Esto, tal como lo comentó el estudio, ayudaría a diagnosticar la depresión, una enfermedad que muchas veces es indetectable cuando, por muy apesadumbrado y ansioso que esté, un hombre se rige por los patrones machistas que no le permiten llorar, sentir ansiedad o frustración.

El segundo motivo del “deprimente” futuro de los hombres se basa en la economía y las condiciones laborales de occidente. Según la investigación publicada, los empleos que tradicionalmente se asocian a la mano de obra masculina, ya sea en fábricas o labores que requieren fuerza física, cada vez más, están siendo invadidos por nuevas y sofisticadas tecnologías que reemplazan al hombre y amenazan directamente con el papel del padre de familia que alimenta su hogar

“Comparado con las mujeres, muchos hombres conceden gran importancia a su papel como proveedores y protectores de sus familias. El no cumplir con la función de ser el sostén familiar se asocia a una mayor depresión y conflicto marital”, comentó el autor principal del estudio y  director del programa del Estado de Ánimo y Trastornos de Ansiedad de la Universidad de Emory, Boadie Dunlop.

Aquí, Silvia Lamadrid, socióloga y coordinadora del Núcleo de Investigación en Género y Sociedad del departamento de Sociología de la Universidad de Chile, coincide en que la masculinidad, tanto en el país como en el resto del mundo, se centra en el mundo laboral. “Hay que acordarse de la crisis de los años 80 y lo que eso significó para los hombres en Chile. Con un 25% de cesantía, la masculinidad tuvo en una crisis fuertísima”, recuerda y destaca que en los estudios realizados por la OMS, sean precisamente los chilenos los peor evaluados en cuando a salud mental.
Perfecto en el trabajo y perfecto en el hogar

Lamadrid explica que la causa de que en la actualidad se mantengan las mujeres como las principales afectadas con la depresión, se debe no sólo a las injusticias del mundo laboral -como las brechas salariales- sino que también al factor del doble rol, teniendo que ser buena trabajadora afuera y tener que llegar a su casa para continuar trabajando, preocupada del hogar, su limpieza y orden, y las obligaciones escolares de los hijos.
“Se supone que las políticas de equidad de género y el proyecto del post natal (que permitiría traspasar seis semanas del beneficio al padre) promoverían el desarrollo de la paternidad y que los hombres hagan más cosas en la casa. De hecho, estudios indican que en algunos sectores en Chile hay hombres que están colaborando más y, por lo tanto, la identidad se estaría abriendo un poco más. Pero eso también va a significar que ellos van a tener que enfrentar la tensión familia-trabajo”, explica la socióloga, antes de afirmar que, de no asegurarse un trabajo justo y estable para todos, hombres y mujeres terminarán deprimidos dentro de unos años.