Los cogollos blancos de endivia, con su peculiar sabor amargo, constituyen un ingrediente ideal para ensaladas. La endivia se blanquea durante su crecimiento para protegerse del sol. De otra manera sería muy amarga. Este amargor es precisamente lo que se asocia con sus compuestos beneficiosos, la cumarina y la lactucina. Las sustancias antiinflamatorias que contienen alivian enfermedades como la gota y la artritis y tienen efecto sedante. La endivia contiene un tipo especial de fibra, la inulina, que actúa como prebiótico en el sistema digestivo, estimulando las bacterias “buenas” que son esenciales para la salud del intestino. Ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, refuerza el sistema inmunitario, aumenta el colesterol “bueno” y reduce el “malo”.
- Prebiótico para intestino saludable.
- Regula los niveles de azúcar en la sangre.
- Mejora el perfil del colesterol en la sangre.
- Es levemente sedante y antiinflamatoria.
- Tiene un suave efecto laxante.
¿Sabia qué?
La raíz de esta planta es larga y gruesa, como la raíz primaria del diente de león. Seca, tostada y molida constituye un excelente sustituto del café.
Consejos prácticos:
La endivia cruda es perfecta para ensaladas con naranja o pera, y también sabe muy bien estofada. Los cogollos son sensibles a la luz, por eso debe guardarlos en una bolsa d papel marrón en el refrigerador. Pinta las hojas con zumo de limón o vinagre para evitar que se decoloren.
Valor nutritivo de 50 g de endivia
Kcal 9
Grasas Totales Inapreciables
Proteínas 0,5 g
Carbohidratos 2 g
Fibra 1,6 g
Folatos 19 mcg
Calcio 10 mg
Potasio 106