“Aux Charpentiers”, una casa antigua y de renombre con especial atracción para el turista.

Está ubicada en un barrio célebre, en pleno casco histórico de la ciudad: Montserrat. Este barrio está ubicado hacia el sur de la ciudad, y comprende unos 2,2 km cuadrados de superficie. Según el censo de 2001 tiene una densidad de población de unos 17.800 hab./km2.

Fue formándose alrededor de la Iglesia erigida en honor a la  Virgen de Montserrat, construida en 1750 por el arquitecto Antonio Marsella a pedido del chacarero catalán Juan Pedro Sierra y de allí devino su nombre. Allí, desde entonces se venera una réplica de La Moreneta, Virgen del Monasterio de Montserrat ubicada en el macizo montañoso en las afueras de Barcelona, España.

En la división barrial del 3 de Octubre de 1769, se lo reconoce como barrio con el nombre actual, ya que antes se lo nombraba como San Juan.

En los siglos XVIII Y XIX  se le llamaba "Barrio del tambor" o Barrio del mondongo" por la cantida de esclavos negros que habían y por el olor de los guisos de mondongo que se cocinaban allí.

Edificios tales como el Cabildo de Buenos Aires, la Manzana de Las Luces, La Plaza Mayor (hoy Plaza de Mayo), la Iglesia de San Juan Bautista, entre otros, eran y siguen siendo parte de la historia de Monserrat y de la Argentina. Tiene 187 manzanas entre las cuales se hallan cientos de lugares de importancia histórica, social política, religiosa etc. Entro los cuales se destacan: la Plaza de Mayo, que dentro suyo tiene: el monumento a Juan de Garay, el monumento a Manuel Belgrano, la pirámide de Mayo, y donde se realizan la custodia y los cambios de guardia del Regimiento de Granaderos a Caballo del General San Martin.

Y la custodia y cambio de guardia del Regimiento de Infanteria 1, Los Patricios, primer cuerpo del Ejército Argentino. La Casa de Gobierno o Casa Rosada, el Cabildo, la Catedral Metropolitana, el Banco de la Nación Argentina, la Legislatura Porteña, la Curia Metropolitana, el Banco Hipotecario, la Basílica de San Francisco, la capilla de San Roque, el Museo de la Ciudad, el Museo Nacional del Grabado,  los primeros Conventillos de la Ciudad, la Iglesia de San Ignacio, el Colegio Nacional Buenos Aires, la Manzana de las Luces, la Plaza Cristóbal Colón.

Indudablemente un barrio para recorrer y conocer parte de la historia de este país.

En cuanto a Aux charpentiers, es un lugar muy especial ya que abrió sus puertas, como negocio familiar en 1888. Y desde entonces ha ido variando sus catálogos tanto sea en ropa de campo como de trabajo urbano. Su arquitectura y mobiliario son de la época de su creación, y da un clima muy peculiar al visitante.

Guarda en su historia los registros de los pedidos desde su creación, con los catálogos de entonces.
Esto da cuenta de los cambios en las costumbres, y de todo lo que ha ido cayendo en desuso dentro de rubros tan variados.
Antaño existía la costumbre de hacer pedidos de ropa de trabajo, uniformes, y demás prendas que eran usadas por los empleados de grandes empresas y que casi todos los años renovaban su presentación, como parte de una Buenos Aires rica y pujante.
El hombre de campo encontraba en Aux charpentiers, desde la ropa de fajina para sus tareas, como la de casamiento y desfiles campestres. Esto se ha ido perdiendo pero muchos son los que en la actualidad, siguen con esa costumbre y hacen sus pedidos telefónicamente y los reciben por encomienda.
Si bien ahora hay mas casas dedicadas a la ropa de campo, Aux charpentiers no se ve afectada por la competencia porque la hace a medida (conservando registros de sus clientes) y usa géneros que muchas veces  no suelen encontrarse en el mercado.

Dedicados tanto a la sastrería fina, como a la típica pilcha criolla para el hombre, la mujer y los chicos, ofrecen entre algunas de sus prendas: bombachas, camisas, sombreros, boinas, gorras, corraleras, chalecos, ponchos, botas altas de cuero y una gran variedad de artículos que son confeccionados de modo totalmente artesanal (que repito, es lo que la distingue del resto) en el taller. Utilizando diversos géneros de comprobada calidad como gabardina, poplín, lino, casimir, corderoy, etc. en una amplia gama de colores.

Lleva 123 años vistiendo a las nuevas generaciones desde los primeros clientes.

Hay revistas de líneas aéreas internacionales que la sugieren como parte de un recorrido turístico, ya que en ella se encuentra parte muy importante de la historia argentina.

Juan Robiglio está al frente del local y se jacta dicendo que no hay casamiento en el campo en el que gente de prosapia lleve un traje de su casa.

Para tener en cuenta...