Trichet critica las reformas planteadas y exhorta a los gobiernos europeos a cumplir con sus obligaciones

"Los gobiernos europeos tienen que cumplir con sus obligaciones al completo y hacer frente a las actuales dificultades con la rigurosa aplicación de sus programas de ajuste y un considerable refuerzo de la gobernanza colectiva de la Unión Económico", afirmó Trichet en un acto organizado por el CSU, el partido conservador de Baviera.

El banquero francés subrayó la necesidad de que en 2011 se concreten "avances significativos" en la reducción de los déficit excesivos, así como en la construcción de un riguroso y eficaz marco de gobernanza económica en la zona euro.

En este sentido, Trichet apuntó que las propuestas actuales se encaminan "en cierta medida" a reparar las vulnerabilidades institucionales reveladas recientemente, aunque afirmó que estas reformas "no van suficientemente lejos".

"Europa no puede permitirse descansar a medio camino, necesitamos ser más ambiciosos", afirmó Trichet, quien reiteró la necesidad de lograr un "salto cualitativo" en la gobernanza económica que cuente con un código vinculante de conducta para todas las partes implicadas.

CADA PAÍS DEBE ASUMIR SUS RESPONSABILIDADES.

A este respecto, el banquero galo advirtió que la política monetaria no puede emplearse para suplir la "irresponsabilidad de los gobiernos" y subrayó que las intervenciones desarrollads hasta la fecha por el BCE buscan corregir graves disfunciones en determinados mercados y no financiar a Estados endeudados.

Así, el presidente del BCE recordó a los gobiernos la necesidad de que corrijan "drásticamente" sus políticas fiscales para regresar a la senda de la sostenibilidad sin demora.

"Es el momento para que todos y cada uno de los Estados miembros asuman sus responsabilidades", advirtió Trichet, quien abogó por fortalecer el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

"Todos sabemos que durante años las políticas de algunos países han vulnerado tanto la letra como el espíritu del Pacto", dijo el banquero galo, quien lamentó que en 2004 y 2005 los Estados escogieran contra el criterio del BCE "cambiar las reglas en vez de cambiar sus políticas".

De este modo, el máximo responsable de la política monetaria de la zona euro defendió la necesidad de que el nuevo marco económico contemple en el ámbito fiscal la aplicación de sanciones "casi automáticas", así como el establecimiento de objetivos de reducción de deuda pública más ambiciosos por debajo del techo del 60%.

"Deberíamos ser inflexibles en la aplicación de las sanciones", dijo Trichet, quien a nivel macroeconómico planteó la necesidad de limitar y definir con claridad los indicadores para identificar evoluciones inadecuadas de la economía, aumentar la transparencia en los procedimientos sancionadores y dotarse de datos estadísticos de confianza que sean interpretados y por árbitros independientes.