Mirones ha recordado la difícil situación en la que se encuentran los balnearios, pues la subida de la inflación está provocando un auténtico quebranto al programa cuyos costes siguen fijos desde el año 2010, con una inflación muchísimo menor que la actual.
Cuca Gamarra, que ha puesto de manifiesto la importancia de este Programa para la economía española para poder mantener la actividad turística en la temporada baja y dinamizar las comarcas de la España vaciada en la que se ubican la mayoría de los Balnearios.
Los Programas de Turismo y Termalismo del IMSERSO, puestos en marcha hace casi 40 años en España, han sido una de las iniciativas más exitosas de la Administración Pública desde la llegada de democracia y han permitido que millones de pensionistas hayan podido disfrutar de sus vacaciones y de un programa de salud basado en terapias con aguas mineromedicinales bajo prescripción médica a precios asequibles.
Sin embargo, en los dos últimos años, la subida de la inflación ha puesto en peligro la viabilidad económica de este programa. En el caso del Termalismo, el último contrato firmado con la Administración se hizo en 2021 y fue prorrogado para 2023, pero con la tabla de costes energéticos, alimenticios y de personal basados en precios de 2020. Con una subida de la inflación de más de dos dígitos debido a la difícil coyuntura económica actual, el Programa se ha vuelto insostenible para los Balnearios españoles.
El presidente de ANBAL, Miguel Mirones, ya venía advirtiendo en las últimas semanas que era necesario convocar un nuevo concurso para poder adaptarse a esta subida de la inflación y no una nueva prórroga para el año 2024. Finalmente, la semana pasada el Instituto de Mayores dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 anunció que prepara una nueva licitación para sus viajes de Turismo Social con el fin de “mejorar la calidad y la diversidad de los paquetes que se ofertan a las personas mayores de nuestro país”. Se espera que, en los próximos días, también se anuncie que los Balnearios españoles dispongan de un nuevo contrato y que no se prorrogue el del año 2023.
Miguel Mirones ha querido poner de manifiesto la situación que vive el sector, en este caso de los balnearios, diciendo que es necesaria una subida de precio para hacer sostenibles los Programas de Turismo y Termalismo, lanzando la pregunta “¿quién debe asumir esta subida de los costes, los usuarios del mismo o el Estado?”. Porque hasta este momento, son los empresarios los que están cubriendo este alza de los costes trabajando a pérdidas, una situación que no puede alargarse en el tiempo, aclaró.
Mirones ha recordado que la situación es “muy complicada” y que el caso del Programa de Termalismo, a diferencia del de Turismo, los contratos se firman directamente con la administración y “se deben cumplir de manera obligatoria”. Mostró su satisfacción por el anuncio del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 de llevar a cabo una nueva licitación, pero se ha querido ser prudente “porque todavía no se conocen los pliegos ni las condiciones de la misma”.
Mirones, como presidente también del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), ha subrayado, igualmente, que si, como se ha anunciado desde el Ministerio, se buscan referentes para garantizar la calidad y sostenibilidad de los Programas, el sector turístico español ya “ha desarrollado y es líder mundial en un sistema de calidad homologado, auditable y certificable a través de la Marca Q perfectamente establecido y ahora también cuenta con otro sistema de sostenibilidad para implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU en establecimientos, servicios y destinos turísticos también homologado, auditable y certificable a través de la Marca S de Sostenibilidad creada por el ICTE”.
En este sentido, el de la sostenibilidad, Miguel Mirones ha recordado que debe concebirse desde una triple vertiente: social, medioambiental y económica. Y esto es especialmente importante para el sector de los Balnearios, que da empleo directa e indirectamente a más de 10.000 personas en nuestro país y que supone el tractor económico de más de 100 comarcas rurales de la España vaciada.
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