Vosotros estáis en el mundo de lo invisible pues sois espíritus puros. Sois poderosísimos y lo sabéis todo pero no tenéis la libertad que tenemos nosotros los humanos, la libertad de decidir y de cambiar de rumbo, por eso nos tenéis tanta envidia ya que estáis troquelados y no os podéis mover de donde estáis.
¿Entonces quienes son superiores, vosotros los ángeles o nosotros los seres humanos?. Esta discusión es una falacia pues en realidad somos distintos y diferentes, nada más.
Jesús dijo a Poncio Pilatos, a una pregunta de éste en su juicio terrenal: “Si, yo soy rey, pero mi reino no es de este mundo, porque si mi reino fuera de este mundo vendrían los ángeles del cielo a liberarme de donde me encuentro”.
Yo os pido, ángeles del cielo, en un día como hoy tan importante para todos nosotros, que no os rebeléis jamás, pues para hacer el mal ya estamos nosotros que somos libres, libres de elegir nuestra salvación e ir a vuestro reino o nuestra condenación, e ir al infierno.
Terrible por lo tanto este día, terrible y maravilloso a la vez, porque vuestro rey, el Rey del Universo, quiso hacerse humano para probar lo que era la libertad, el amor y la muerte, la muerte en una cruz; cosa que vosotros no podéis hacer aunque quisieseis. Pero mirad lo que nos ha amado y lo que nos sigue amando en un día como hoy, vuestro rey que prefirió hacerse humano como yo, y nacer en un portal entre una vaca y un buey, en el pueblo de Belén. Sí; de Belén de Judea, la provincia del Imperio Romano.
Si (
No(
