El Atún

La carne dura, densa, sustanciosa y sabrosa del atún fresco o congelado gusta incluso a las personas poco aficionadas a ingerir pescado. Su preparación es rápida. Es una excelente fuente de proteínas. Es muy rica en vitamina B, selenio y magnesio. Una ración pequeña aporta más o menos un 20% de las necesidades diarias de vitamina E. Aunque la mayoría de los tipos de atún contienen menos ácidos grasos omega-3 esenciales que otros tipos de pescado azul, contienen muchas grasas EPA y DHA. Los ácidos grasos DHA son especialmente efectivos para mantener sanos el corazón y el cerebro. Una ración de atún por semana aporta la cantidad semanal recomendada (1,4 g) de estas grasas.

Se ha comprobado que al ser envasado el atún ya sea en aceite, agua, salmuera o salsa, pierde la mayoría de sus ácidos grasos omega-3, de manera que no puede considerarse como ingesta de pescado azul.

Es una buena fuente de grasas omega-3, EPA y DHA que protegen contra diversas enfermedades.

Posee un alto grado de proteínas.

Es rico en selenio y magnesio, para mantener sano el corazón

Es muy rico en vitamina B 12, que mejora la circulación.

Consejos prácticos:

El pescado fresco no debe oler y conviene cocinarlo y comerlo el día en que se compró. Para que el atún no pierda sus beneficios ácidos grasos omega-3, dórelo ligeramente en la sartén por ambos lados y cocínelo el menor tiempo posible. También puede cortarlo en filetes y sofreírlo 1 minuto con verduras, a diferencia de otros pescados, los filetes de atún no se deshacen.

Valor nutritivo de 100 g de atún:

Kcal 144

Grasas totales 4,9 g

Proteínas 23 g

EPA 0,4g

DHA 1,2 g

Niacina 8,3mg

Vitamina B5 1mg

Vitamina B6 0,5 mg

Vitamina B12 9,4 mg

Vitamina E 1 mg

Potasio 252 mg

Selenio 36 mcg

Magnesio 50 mg

Hierro 1 mg

Zinc 0,6 mg