Nosotros tuvimos la ocasión de visitar la casa ducal más antigua de España con motivo de un viaje realizado a la ciudad gaditana por ostentar este año el título de Capital Española de la Gastronomía. En ella se encuentra, entre sus 6 millones de documentos, del mayor museo privado de la vuelta al mundo.
Además, el investigador dispone de na biblioteca auxiliar, formada por 3.837 títulos, con obras referidas a temas anejos a los documentos del archivo.
De la mano de Lilian Dalhma, recorrimos, además del archivo, que tiene el documento más antiguo fechado en 1.158, otras dependencias como el Salón de Embajadores decorado con obras de Juan de Roelas. Hay cuadros, además, de Luis de Morales, Caballero de Arpiles y Vicente López, así como los tapices de la Casa Montalbo. A destacar la colección de bargueños.
Tras la muerte en 1955 del XX duque de Medina Sidonia, Joaquín Álvarez de Toledo y Caro, el archivo entró en posesión de su hija, Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, quien a mediados de 1956 inicia el acondicionamiento del tercer piso del palacio para convertirlo en el depósito cuatro años después. En 1.960 se inició la descripción, organización y catalogación de los fondos, todos ellos de una riqueza y valor excepcional.
Palacio de los Guzmán
El Palacio de los Guzmán es un edificio de tres plantas, que ha sido ampliado y modificado a lo largo de los siglos. Desde el punto de vista arquitectónico, el Palacio está formado por una serie de edificios de diversas épocas, que se fueron agregando a partir del núcleo primitivo hispano-musulmán del siglo XII del que se conservan arquerías, una amplia sala y dos puertas. A partir del siglo XV se añadieron varias casas que, con oportunas modificaciones, fueron llamadas "Palacio Nuevo". Posteriormente, en el silgo XVI, se creó el jardín-bosque de acantos.
Incorporada Sanlúcar a la Corona en 1645, el palacio pasó a ser residencia del Gobernador de la ciudad, que lo comparte con la contaduría del Duque. En 1711 se devuelve a los Guzmanes los bienes sanluqueños, entre ellos el palacio donde fijarán su residencia. A partir de este momento se introdujeron nuevas modificaciones, hasta llegar al siglo XX, donde el duque Joaquín Álvarez de Toledo lo convertiría en su residencia en España. Casado en 1931 con Carmen Maura Herrera, los duques se instalan en Sanlúcar, trasladándose a Portugal tras el alzamiento de 1936, donde el palacio sería ocupado por la Falange hasta su desalojo en el año 1939.
Tras el fallecimiento del duque en 1955 fallece don Joaquín, su hija compró la otra mitad del palacio a su familia y procedió a su restauración.
La extensión total de la finca, incluidos los jardines, es de 14.850 metros cuadrados. Fue declarado Bien de Interés Cultural con sus obras de arte, archivos y bibliotecas. Desde el año 1990 pertenece a la Fundación Casa de Medina Sidonia.
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