Estamos en pleno verano… y el tiempo pasa apaciblemente.
Ahora echamos mano del cuento (pongámosle imaginación), porque los cuentos, cuentos son… pero también son cultura: Las rocas mencionadas se llaman Petra tou Rominou, y entraron en crónicas mitológicas cuando la diosa Afrodita emergió de las aguas sobre una concha tirada por delfines… justamente en ese lugar. La tradición popular dice que si una mujer infértil deja atado -bien atado- un lazo (donde no se lo lleve el mar) junto a las rocas, Afrodita intercederá para solucionar el problema. Otros ingenuos creyentes se entretienen en dar vueltas a la roca confiando en que, según el cuento, rejuvenecerán un año por cada vuelta.
Así que, este verano… Si quieres sumergirte en la realidad y la fantasía a la vez, lo tienes fácil, ya que viajar a Chipre es más fácil que nunca porque Politours 360 (www.politours360.com) opera vuelos directos -con una duración de poco más de cuatro horas- a Lárnaca desde nueve aeropuertos españoles: Madrid, Barcelona, Zaragoza, Santiago de Compostela, Valladolid, Pamplona, Valencia y Sevilla.
¡No solo de sol vive el hombre!
Chipre es todo un mundo de culturas. Su historia abarca un período de nueve mil años, así que la mezcla de civilizaciones superpuestas ha ido forjando el carácter de la isla y de sus habitantes, que comprobaremos es muy mediterráneo, es decir: parecido al nuestro. Así que todo será fácil y placentero.
La ciudad de Lárnaca, que es la tercera ciudad más grande del país, localizada en la costa sureste de la isla, será el primer contacto que tendremos con los chipriotas. Según el programa -ver opciones en la web de Politours 360- que elijamos, podemos pasar una noche (o varias) porque la ciudad cuenta con magníficas playas, restaurantes y hoteles. Uno de los mejores alojamientos es el Lordos Beach (www.lordosbeach.com.cy ) que, además, prepara peculiares cócteles, como el Poderosa Afrodita que elaboró nuestro colaborar in situ:
Para ir tomando el pulso de la gastronomía chipriota, lo mejor es cenar en alguno de los restaurantes de su paseo marítimo -Phinikoudes o Paseo de las Palmeras-. Lo recomendable es pedir un mezzé, que consiste en una serie de tapas variadas que en Chipre se convierten en verdaderos platazos (por su cantidad). El ágape puede ser de carne o pescado y cuesta unos 20 euros por persona. Cuando hayamos probado un mezzé, podremos ir descubriendo otras especialidades a lo largo del viaje, como halloumi (queso hecho con mezcla de leche de cabra y oveja); kupepia (hoja de vid rellena de arroz); kléftiko (carne de cordero al horno); tsatsiki (salsa griega de yogur); koupes (croquetas rellenas de carne); y una larga lista de frutos de mar como calamares, pulpo, salmonetes, dorada…
En Lárnaka se encuentra la iglesia de Agios Lazaros. La iglesia merece la pena visitarla para entender la importancia de la religión ortodoxa en la sociedad grecochipriota. En 1972 fueron encontrados los supuestos restos mortales de Lázaro de Betania -el de “levántate y anda”- que vivió allí 30 años; lo cual añade aun más misterio a la leyenda del resucitado, ahora ya convertido en santo patrono de la ciudad. Sin palabras.
En la punta sureste de la isla está Cabo Greco, donde hay una iglesia ‘de foto’: Agios Anargyri; y muy cerca, en el pueblo de Agia Napa, se encuentra una de las playas más famosas de la isla: Fig Tree Bay, que puede ser otra opción para instalarnos con todo el equipo (gafas de sol, sombrero, chancletas y toalla) por varios días, ya que la oferta hotelera también es muy buena.
Dependiendo de los días que pasemos en la isla nos dará tiempo a ver y disfrutar de otros lugares emblemáticos.
La zona interior de la isla se llama Troodos, y tiene muchos atractivos para visitar: iglesias construidas entre los siglos XIV y XV declaradas Patrimonio de la Humanidad, como Panagia Asinou; y pueblos con encanto como el medieval Kakopetria o el pintoresco Omodos, un pueblo anclado en un valle fértil repleto de árboles frutales como manzanos, perales, ciruelos, melocotoneros, albaricoques… y alfombrado de viñas.
Desde la antigüedad Omodos es particularmente famosa por su vino llamado Commandaria, un vino dulce y ambarino que está considerado como el vino más antiguo del mundo producido de manera continuada desde el año 800 a.C. En Omodos trabajan y viven muchos artesanos que componen una de las visitas turísticas más atractivas, amén de las catas de vino en la fantástica bodega de Ktima Gerolemo (www.kitimagerolemo.com ).
Para los amantes de la arqueología
Chipre es un paraíso para los amantes de la arqueología. Si te gustan los yacimientos arqueológicos… entre los lugares más sobresalientes del mundo está la antigua ciudad grecorromana de Kourion, que tiene un teatro asomado a un precipicio sobre el mar Mediterráneo donde nos podemos sentir rapsodas y declamar algunos versos -en el caso que nos sepamos de memoria algo de Sófocles (por ejemplo)-, porque conserva una acústica sobrenatural (que es un fenómeno científico).
En los sitios llamados Casa Aquiles y Casa de Eustolios, que afortunadamente están techados porque el sol pica en serio, podemos ver bellos mosaicos inspirados en la mitología o en sucedidos de la vida real, como en el caso de la Casa de los Gladiadores. Merece la pena leer las cartelas explicativas porque eso significa que alguien se ha molestado en instruirnos sobre el significado de cada una de las escenas allí representadas.
El otro sitio arqueológico importante está en Pafos, donde están los mosaicos de la Casa de Aion; y también destaca la visita a las Tumbas de los Reyes, unas cámaras subterráneas donde nunca ha sido enterrado ningún rey… pero donde la intriga y el misterio impregna los oscuros habitáculos.
Lo dicho: Chipre da para mucho. Feliz verano.
Oficina de Turismo de Chipre: www.visitcyprus.com
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