La creciente digitalización que hoy mismo abarca todos los ámbitos de la vida ha alcanzado también a los servicios de la administración pública y el Servicio de Impuestos Internos (SII) (en España correspondería a Hacienda) no es una excepción y la Boleta de Honorarios Electrónica es ya una realidad que ha entrado también de lleno en la tramitación en línea de los distintos procedimientos que deben cumplir los contribuyentes y especialmente, aquellos que por sus actividades de trabajo o profesionales deben emitir boletas por su servicios cobrando el impuesto que corresponda y luego, proceder al rendimiento al SII de esas recaudaciones si bien actualmente, el procedimiento se ha simplificado mucho ya que todo se maneja mediante un programa de facturación electrónica a través de un software específico (que ofrecen plataformas especializadas) que simplifica el trabajo y reduce a casi cero el margen de error.
Como todo proceso administrativo que supone tramitaciones precisas, no todos los contribuyentes están totalmente al tanto del protocolo a seguir a través de la red y entonces, la ayuda de profesionales del sector resulta altamente eficaz y conveniente para evitar cualquier error de procedimiento, y que pueda significar retrasos en la entrega o rechazos por parte de la administración por estar incompletos o indebidamente rellenados, los impresos y formularios a presentar al Servicio de Impuestos Internos y sin perder de vista que los retrasos en la presentación de tributos llevan aparejadas penalizaciones tales como multas o procedimientos administrativos.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es pagado por todos los ciudadanos cada vez que adquieren algún servicio o bien mueble o inmueble, y debe expresarse de manera clara en la factura electrónica o boleta. En Chile, este tributo equivale al 19% de la transacción y debe pagarse por toda venta igual o superior a 180 pesos (aproximadamente 0,22€ al cambio de hoy).
Muchos trabajadores independientes y pequeños emprendedores han escuchado hablar de la emisión y gestión de boletas de honorarios aunque no siempre, se tiene claridad del significado y la importancia de este documento al momento de realizar trabajos de forma autónoma.
En líneas generales, la boleta de honorarios puede suponer dificultades para aquellos que no conocen el procedimiento y según lo establece el SII, los honorarios pueden ser recibidos por profesionales, Sociedades de Profesionales y por personas que desarrollan ocupaciones lucrativas y por lo tanto, prácticamente todos pueden recibirlos como intercambio de alguna actividad.
¿Qué es una boleta electrónica de honorarios en Chile?
Es importante señalar que la Boleta de honorario es un Documento Tributario Electrónico (DTE) creado para respaldar pagos por servicios esporádicos de forma independiente. Estos servicios son realizados principalmente por personas que desarrollan actividades lucrativas como por ejemplo, profesionales, técnicos o administrativos, que realizan una tarea particular y aquí se consideran, las sociedades profesionales por lo que se conocen como honorarios profesionales que incluirán una partida de dinero que corresponde a los impuestos que posteriormente, el profesional rendirá al ente tributario.
¿Cuál es la diferencia entre boleta y factura?
La diferencia entre boleta y factura depende de la persona a quien se le entrega, pues para el vendedor es casi igual dar uno u otro documento.
La factura se entrega a intermediarios, como lo puede ser una tienda retail, un e-commerce o cualquier otro contribuyente que no pueda considerarse consumidor final de una determinada transacción.
En cambio, la boleta sí va dirigida al usuario final como por ejemplo, cuando una persona realiza un consumo en un restaurante o en una peluquería.
Por otro lado, la factura permite al comerciante/intermediario acceder al reembolso del pago del Impuesto al Valor Agregado. Mientras tanto, la boleta -entregada a una persona particular- es solo un comprobante de la transacción y no involucra ningún tipo de crédito o devolución.
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