Maison de pure fiction.
Una niebla de algodon la acecha, la protege y a su frente, erguida como la vigía de un velero indomable, Isabel Desesquelles.
Magnifica escritora, autora de novelas, relatos, mujer de siete vidas, Isabel Desesquelles quiso devolver a los escritores lo que los libros le han ofrecido.
Un lugar donde llevar a cabo su creacion, sin las obligaciones de lo cotidiano.
Buscaron ella y su marido Éric Cherriere, escritor y cinéasta (Cruel, inolvidable y galardonada película ganadora del Festival de Cognac), una tierra, le grès bas, y esta casa, residencia de escritores.
Son muchos los que aquí, en el "bureau majestueux", trazaron líneas, sonaron mirando esta naturaleza tan bella. Pierre Assouline, Angélique Villeneuve, Tanguy Viel, Tiffany Tavernier, Julia Deck, Arno Bertina.
Con sus propios fondos construyó la casa, con la ayuda de instituciones regionales de Occitanie, y otras, mantuvo, desde hace nueve años, su "folie".
En nuestro mundo tan estropeado, enfermo, esta isla de paz, de silencio, tanta generosidad, nos dan ganas de creer que lo impossible existe.
André Breton escribía como vecino (St Cyr la Popie),
Charles Boyer, abrió los ojos en Cahors, y Françoise Sagan duerme en Cajarc.
"Siempre he creído en los fantasmas", me confió un día. Yo en las hadas.
En la casa de la pura ficción, mi hada se llama Isabelle Desesquelles, su caballero, Éric Cherriere, y su príncipe, Cristal.
Unpur, éditions Belfond .,
Je voudrais que la nuit me prenne, La mer l' emportera, Flammarion...
Éric Cherriere, mademoiselle chance, mon coeur restera de glace, Ed Belfond.