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Opinión: “Es Mi Sentir...”

¿Deshumanizados o ignorantes?

Por Geral Aci

miércoles 17 de marzo de 2021, 02:24h
17MAR21 – MADRID.- Tengo en la memoria un escrito que publicó el periódico, donde yo hablaba del uso de palabras que la mayoría no sabe porqué las usa, pero son parte del hablar de cada día, y me refería a la palabra “negro” que la usamos para indicar a las personas de piel oscura y de ahí sacamos algunos dichos ofensivos. En esta ocasión fue a raíz de un comentario que escuché a una persona que decía, “llevamos una vida de perros”.
¿Deshumanizados o ignorantes?

Estaba buscando dentro de mi cabeza algo de qué escribir y sin quererlo lo encontré. Fue a raíz de una visita que hice a casa de unos amigos y después mi idea fue apoyada por la televisión y por primera vez estoy agradecido a la basura que se ve en la pantalla del televisor y que en este caso fue mi inspiración, digo basura porque a través de la pantalla de los diversos canales todo el mundo aprende algo nuevo: los niños a comer supuestos bollos o pasteles que envenenan el organismo, ya que los publicitados y recomendados pasteles son química y más química, y muchos padres después ruegan al cielo para que el niño mejore de su intoxicación estomacal.

Los jóvenes aprenden a consumir drogas, donde comprarla y en qué momento usarlas, esto también conlleva la forma de cometer delitos si no se dispone de dinero para adquirirla. Y los mayores aprenden a cometer atracos, asaltar bancos, golpear mujeres y abusar de niñas y niños inocentes, eso es la televisión, pero quienes deben preocuparse, políticos y autoridades correspondientes miran a otro lado, quizás si intervienen les duela el bolsillo.

Todo esto que escribo comenzó cuando fui de visita a casa de los amigos que comenté anteriormente, ellos tienen un perro que lo tratan como si fuera un ser humano, quiero aclarar que a mi me gustan los perros, pero siempre que estén apartados de las personas cuando éstas están comiendo o reunidas. No podría tener un perro en mi casa que me mirara mientras desayuno o ceno, que se sacudiera llenando el lugar con pelos o se rascara dejando bichos dentro de mi hogar. Bueno, la historia es que en un momento dado mientras merendábamos, la compañera le dijo a mi amigo: Cariño no olvides que hay que asear a Duque, que es el nombre del perro. Mi amigo hizo un pequeño gesto de desagrado con la boca, se disculpó y se retiró de la mesa. Tardó poco más de media hora y volvió sonriendo, me dijo: es que al perro hay que lavarle los dientes porque si no lo hacemos se le junta sarro.

Me quedé pensando, nunca antes había escuchado algo parecido. Llegó la hora de la despedida y me marché pensando en el perro de los dientes inmaculadamente blancos. En cuanto llegué a mi casa me conecté a internet, buscando todo lo relacionado con los perros. Estuve hasta tarde informándome y esa noche no pude dormir. Actualmente existen alimentos para perros de diferentes calidades, con vitaminas, sin vitaminas, con sabor dulce, con sabor amargo, a base de carne, de verduras, de legumbres, perfumados y sin perfume.

También existen mantas para que no pasen frío, las hay de tela, de lana, de algodón, de colores fuertes, de colores suaves, con botones, sin botones, con cremallera, sin cremallera. También encontré collares anti parásitos o pulgas, de piel, de plástico, bordados y tejidos. Otro descubrimiento en internet fue una empresa que dispone de un cementerio para perros, ahí tienen sepulturas familiares por si muere otro perro pariente del anterior, nichos en altura y sepulturas bajo tierra, que imagino son para los perros de escasos recursos.

Cada lugar de entierro puede disponer de una placa metálica con el nombre, la fecha de nacimiento, del fallecimiento, de la raza y del correspondiente “nunca te olvidaremos” Siguiendo ante la pantalla del ordenador me llamó la atención una oferta de vacaciones para perros, es un lugar dice la publicidad, donde descansan mientras los dueños están veraneando en otro lugar, aquí el de los perros, es un lugar de tranquilidad, remanso, amistad, convivencia, paseos, gimnasio y buena alimentación según la empresa promotora.

Me llamó mucho la atención al ver las ofertas de peluquerías para perros, teñidos, despiojado, peinado, encrespado, corte moderno, corte para perros mayores y trenzas para perras. Mi estupefacción continuó cuando vi un aviso de clínicas expertas en los pies de los perros, en la publicidad no dice pata dice pie. Ahí les quitan callos y malformaciones de las garras o uñas como también decía en la oferta y regalan masajes y cremas anti mal olor. Y he dejado para el último las clínicas veterinarias, hasta cierto punto me parecen necesarias, porque los perros contagian enfermedades y tienen bichos que los ojos de los dueños no pueden ver.

Pero lo que más indignación me causó fue lo relacionado con la castración, eso es una salvajada, una brutalidad, indigna el silencio hipócrita de las sociedades defensoras de los animales. Si alguien o algunos quieren pensar honestamente, les digo que imaginen un lugar elegante en un país “desarrollado” a muchas personas paseando un perro peinado, perfumado, bien alimentado y con medicina privada, que por la forma de comportarse se puede decir que son de un sexo difícil de descubrir, participando en un evento titulado: Campeonato mundial de perros un premio al más guapo, educado y sin problemas de salud. Si piensen por favor si pueden, que en ese mismo momento en otro lugar de la tierra, grupos de niños muerden raíces, comen lagartijas y están al acecho de alguna rana en una charca de agua podrida, para poder quitar el hambre. No sé que habrán pensado.

Recuerdo un pequeño relato corto que escribí hace ya tiempo, donde yo decía que en un descuido de la industria farmacéutica, tal vez la más criminal y abusadora del planeta, se les escapó un virus y ese virus cubrió toda la tierra, las consecuencias fueron que la inteligencia humana desapareció y los inteligentes fueron los perros y ellos gobernaron el planeta y como una forma de evitar la sobre población humana les cortaron los testículos a los hombres y dejaron de ser hombres, eran unas “cosas” que caminaban, reían, comían y dormían, pero el placer del sexo nunca lo conocieron. Solo quedaron aptos para traer más hombres al mundo, los que eran fuertes, y violentos. Se imaginan los que deciden mutilar un perro si los mutilaran a ellos. Lo que me extraña es que aun no ha salido en internet una empresa dueña o creadora de prostíbulos para perros, sería un excelente negocio, muy rentable, con una clientela asegurada y todos nos sentiríamos conformes ya que estos animales no serían castrados y volverían a disfrutar de lo que la naturaleza les dio, placer, mucho placer, tanto al perro como a la perra, y que se les priva que por la estupidez de los humanos.

Pero la idea al escribir esto era otra. Y es lo que ahora escribo. Vivimos en un mundo asqueroso, brutal, salvaje y primitivo. ¡Cómo es posible que nadie se de cuenta que mientras la televisión a cambio de dinero, promociona salvajismo como castrar animales para que algunos ciudadanos civilizados puedan entretenerse. ¡Cómo es de hipócrita o ignorante mucha gente que al ver documentales en televisión sobre el hambre en el mundo dicen: pobrecitos, pobrecitos, mientras en una mullida cama, bien alimentado y con los dientes cepillados permanece un perro. Creo que no hay en el mundo un país donde no haya un niño pasando hambre y en la mayoría si tienen hospitales, peluquerías, casas de vacaciones y otras comodidades para los perros. Es curioso cuando estuve en África vi a una familia sepultando un niño que había muerto por desnutrición, tendría cinco años y lo tenían dentro de una pequeña bolsa de plástico, estaba doblado, la idea era que ocupara el menos espacio posible, mientras un hombre cavaba en la tierra, no era un cementerio, era sencillamente un lugar para dejar un cadáver que no tenía los dientes cepillados y no hacía falta, porque durante su corta vida no había ingerido alimento alguno. Era un niño, no un perro del mundo “civilizado”, que tienen ataúdes, flores, placas identificativas, dientes limpios y oraciones religiosas. Hace pocos días, hablando con una persona y comentándole el problema del hambre que afecta a los niños del mundo mientras ella y otras personas mantienen con lujos y comodidades a un perro, ella me contestó: pero yo no tengo la culpa de que eso suceda. Le pude responder de muchas formas, pero solo le dije: los niños, tampoco tienen culpa.

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