Si estoy a salvo, dicen que es para no aumentar las lista de muertos, para seguir siendo un consumidor. Si quieren ocultarme algo, no me sorprende, me ocultaron durante un tiempo que no era verdad lo de las bombas atómicas sobre Japón, lo del asesinato del presidente de Chile y de los millones de muertos en Irak. Si quieren que piense algo, ya lo he pensado, dice la historia que los verdaderos cambios, se logran cuando un pueblo verdaderamente unido y con un fusil al hombro, logra los cambios.
Pero no me alegra lo que sucede, quiero abrir la ventana y gritar; ¡ya lo sabíamos, ya lo sabíamos! Porque pienso que las enfermedades, todas, las causamos nosotros, no es culpa del gobierno, no es culpa del empresario, del trabajador, ni del banquero o del religioso, es culpa de todos. Pero una culpa que no queremos reconocer, nos asemejamos a la jaula donde están los monos en el zoo, nos acercamos y reímos, ellos saltan y se acicalan, pero nadie sabe quién, se ríe de quién. Nos sucede con los políticos, mientras los medios hablan de millones de muertos y más millones infectados, ellos se insultan, se critican y entregan risas imbéciles. Como los monos y los que miran monos.
Esto ha traido problemas económicos al país, y faltan medicinas, alimentos, y los jubilados imploran a quien sea para que a fin de mes el banquero no le diga; no ha llegado nada, no tiene ningún ingreso.- Me gustaría saber si alguien ha escuchado a un solo político decir, vamos a donar el 10% de nuestro abultado salario para ayudar a la patria.
Creo por esta razón, una noche de recuerdos tristes, cuando quieres dormir pero sin dejar de recordar, en el silencio, la penumbra creí ver que una sombra se movía y pude escuchar una voz que dijo; hay fiesta en el planeta tierra.- Sin pensar que estaba loco o soñando. Pregunté ¿qué celebran?, la misma voz me respondió; Cada vez que muere un ser humano, el planeta se alegra, si mueren muchos la alegría es mayor y si son miles organiza una fiesta gigantesca. También se alegran los animales de las selvas, esos que llamamos salvajes y que están en peligro de extinción. Se alegra la Antártida que la hemos convertido en una charca mal oliente. Se alegran los peces de los océanos que cada día son menos, ya no quieren seguir alimentándose de plástico. Se alegran las montañas que ya no escuchan las máquinas destrozadoras de los paisajes, con hombres que buscan como hienas hambrientas, cualquier mineral que se pueda vender. Se alegra el aire, que ya no es gris, sino trasparente. Se alegran los ríos que ahora pueden criar diversas variedades de peces y ranas. Se alegran todos los que vivían en el planeta tierra antes que el hombre lo ensuciara y que estamos exterminando.
Yo también soy culpable. Por eso me da igual estar a salvo o estar confinado. Si muero mañana, por lo menos alegraré, en parte al planeta tierra.
Quiero pensar en los niños que veo algún día de la semana, que ajenos a mi complicidad en esta destrucción, me quieren, toman mi mano, me saludan y me miran sin saber que tienen un futuro incierto por culpa del comportamiento y la hipocresía de todos y la mía.
Si (
No(
