Sin embargo, muchas personas buscan una “fórmula mágica” para bajar de peso. Una que sea fácil de seguir y que no involucre demasiado sacrificio, como las dietas “milagrosas” por internet.
La importancia de la personalización en un plan nutricional
En España, el 66% de los aficionados al deporte cambia su dieta sin asesoramiento profesional. Solo un 29% sigue un plan de alimentación guiado por un nutricionista o dietista, mientras que el 49% toma decisiones a través de información obtenida por redes sociales, un 11% recurre a consejos de amigos o familiares y un 6% utiliza una app, expone Fernando Vidal, director de la web FITNESSPIRATAS.
‘’Debido a estas prácticas equivocadas no logran obtener los resultados esperados, llegando al fracaso con sentimientos de culpa, pérdida del control y aumento de peso posterior. Y es que, la nutrición es una ciencia y no una opinión’’, enfatiza el experto.
Los avances científicos han explicado que en nuestra salud interviene nuestra genética. El 30% determina nuestra mayor o menor predisposición a padecer problemas de salud en algún momento de nuestra vida, y no podemos controlarlo. El 70% restante depende de factores que sí son modulables, como la alimentación o la práctica de ejercicio.
¿Cómo funciona la nutrigenética?
La nutrigenética estudia nuestro ADN o Ácido Desoxirribonucleico para conocer las predisposiciones negativas que nos afectan. Es decir, la información genética de cada persona condiciona su estado nutricional.
Aunque no tenemos control sobre nuestros genes, sí podemos conocer los factores que complementan nuestro estado de salud y actuar sobre ellos. En ese contexto, la dieta es un factor modulable, porque ofrece grandes posibilidades de modificación y de adaptación.
La nutrigenética cumple un rol importante en las recomendaciones nutricionales, ya que nos ofrece pistas para contrarrestar nuestras tendencias genéticas con una alimentación y hábitos de vida adaptados a las necesidades individuales.
Las dietas tradicionales suelen tomar en cuenta aspectos individuales como la edad, el sexo, la talla, el ejercicio físico, y otras variables bioquímicas para adecuar pautas alimenticias. Sin embargo, la nutrigenética considera en detalle la especificidad genética del individuo. De esta manera, se alcanza la máxima personalización de la dieta.
No obstante, es importante mencionar que las recomendaciones dietéticas nunca pueden estar determinadas únicamente por el análisis genético. Éstas deben complementarse con la información obtenida a través de un análisis antropométrico, bioquímico y de historia familiar y dietética, siempre acompañado del asesoramiento de un profesional nutricionista.
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