¡Ojo! Dedicación no significa complejidad, en este artículo te damos algunos consejos sobre cómo amueblar tu salón de forma sencilla para que sea lo más cómodo posible y para que te permita aprovechar al máximo todas esas horas de relax.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta para la elección de los muebles es el color. Para que una habitación se vea lo más espaciosa posible, lo más recomendable es elegir muebles en tonos similares a los de las paredes. Los tonos claros harán que los muebles ocupen menos espacio visual. Para conseguir un efecto de mayor profundidad, podemos combinar los muebles claros con alguno de una tonalidad más oscura que se situará al fondo.
Si tu salón no cuenta con muchos metros, amueblarlo formando un único espacio es la mejor opción. Para sacarle el mayor partido posible a estos metros, aconsejamos situar los muebles siguiendo las líneas de las paredes y siempre que podamos, pegados a ellas.
No debemos olvidar que el mueble principal de todo salón es el sofá, que debe ser cómodo, pero también respetar el estilo de decoración que hemos elegido para el salón. Por suerte, hoy en día resulta sencillo conjugar estos dos aspectos en un mismo sofá y existen infinidad de modelos cómodos que se adaptan a diferentes estilos. Una de las mejores opciones es el sofá rinconera o sofa chaise longue, que nos aseguran una distribución inteligente, ya que nos permiten ahorrar espacio a la vez que nos proporcionan una gran área para el descanso. El resto de muebles, estanterías y lámparas deben orientarse hacia el sofá. Para incrementar la sensación de amplitud podemos añadir uno o varios espejos, que, si la distribución nos lo permite, irán enfrentados.
Para los salones más espaciosos, la creación de dos espacios puede ser una buena elección. De esta manera, además de hacia el sofá podemos orientar el resto de muebles hacia otro elemento principal como puede ser una mesa alta o un escritorio. De esta manera nuestro salón contará con sillas o sillones adicionales que permitirán separar la zona de descanso de otra zona más dinámica.
Para aprovechar al máximo posible la luz natural de nuestro salón debemos evitar muebles altos en los alrededores de las ventanas y sofás enfrentados a los ventanales, en caso de que estos lleguen hasta el suelo. Para modular la luz, podemos jugar con el color de las cortinas. Lo más aconsejable es utilizar tonalidades claras, y a partir de ahí, elegir colores fríos si la luz que viene de fuera no es muy abundante, y colores más cálidos para salones con mucha luz, lo que les dará un aspecto acogedor.
Del mismo modo, debemos prestar atención a la luz artificial e iluminar nuestro salón con varias lámparas de techo o combinar una lámpara principal de techo con varias lámparas de pie. De nuevo, el juego con las tonalidades cálidas y frías en la luz puede ayudar a crear varios ambientes en un mismo salón, ya sea en distintos o en el mismo espacio. Podemos completar el efecto de luz y darle más vida a nuestro salón con el color que aportan las plantas naturales de interior.
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