Internet y, sobre todo, los dispositivos (smartphones, tablets...) han cambiado la forma de entender las transacciones, el comercio y en general, cualquier tipo de interactuación.
Para las empresas ha supuesto un reto en innovaciones por llegar a un nuevo perfil de cliente y actualizarse en cuanto a la forma de comunicarse con él. Las compras online ganan adeptos cada día y el móvil se está convirtiendo en un gran aliado.
El comercio electrónico tiene un mayor alcance, permite que se hagan compras y transacciones desde cualquier lugar y en cualquier momento, con gran comodidad. Al cliente se le facilita la vida y el empresario rentabiliza más su inversiones, al suponer una menor inversión en costes. Existen muchas alternativas para el comercio online que no requieren una gran inversión.
Cambio de hábitos
Ya se trate de organizar un viaje o comprar muebles para el jardín, casi todo pasa por Internet. Y el sector rey es el de la moda, donde las principales marcas han estado a la altura hasta desarrollar sistemas capaces de ofrecer el producto en casa en un solo día.
El comercio electrónico compite con la compra tradicional. Comodidad, precio y ahorro de tiempo han logrado que a muchos cada vez les dé más pereza el modo de compra al uso.
Pero aún queda camino por recorrer… el perfil mayor de 50 años no termina de convencerse de un sistema que difiere tanto del tradicional y que puede provocar reticencias en cuanto a fiabilidad. La desconfianza a proporcionar datos personales y a los métodos de pago son una barrera aún para algunos usuarios.
Modernización de la Ley
Afortunadamente las leyes han sabido adaptarse para proteger al cliente y transmitirle esa confianza tan necesaria. La información debe manejarse con mucho cuidado. La protección de datos, el comercio seguro, los derechos del consumidor (que han incluido una ampliación de los plazos de devolución) y una descripción adecuada de los productos son ya requisitos adaptados al espacio actual.
El empujón de las redes sociales
Adoradas y odiadas a partes iguales, las redes sociales se han instalado en la sociedad no solo para cambiar la forma en que nos comunicamos, sino como una valiosa herramienta publicitaria, fuente de información infinita acerca de los hábitos de los consumidores, y plataforma para que hasta los más pequeños comercios puedan tener su oportunidad en la carrera por alcanzar la venta.
Fuente inagotable
La mayor parte del comercio electrónico consiste en la compra y venta de productos o servicios entre personas y empresas, sin embargo un porcentaje considerable del comercio electrónico consiste en la adquisición de productos virtuales (software y derivados en su mayoría), tales como el acceso a contenido ‘premium’ de un sitio web.
Ventajas también para los usuarios
La lista incluye poder comparar precios, participar en subastas, aprovecharse de descuentos, y sobre todo, la comodidad de hacerlo sin moverse del sitio y con unos precios de envío cada vez más reducidos e incluso que en muchas ocasiones corren a cuenta de la empresa. Los rezagados han de saber que el comercio electrónico ha venido para quedarse.
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