"La cumbre tendrá como objetivo abordar el conflicto sirio en todos sus aspectos, centrándose en la situación en el terreno, el acuerdo sobre Idlib y el proceso político, y armonizar los esfuerzos conjuntos para encontrar una solución duradera al conflicto", señaló el portavoz de la Presidencia, Ibrahim Kalin.
En París, el palacio del Elíseo confirmó la asistencia del presidente francés Emmanuel Macron a la cumbre, pero precisó que el presidente solo acudiría si hasta entonces el régimen sirio no lanzaba su ofensiva militar sobre la provincia.
("Francia participará en la cumbre salvo en caso de ofensiva militar en Idlib. [En ese caso] consideraremos que no se reúnen las condiciones para que la cumbre se mantenga", indicó el Elíseo.
"Francia tiene como prioridad favorecer el mantenimiento del alto el fuego en la provincia de Idlib para evitar una catástrofe humanitaria y una nueva ola masiva de refugiados, y el lanzamiento efectivo de un proceso político inclusivo", había indicado poco antes una fuente de la presidencia francesa.
Rusia, aliado del presidente sirio Bashar al Asad, y Turquía, respaldo de los rebeldes, sellaron el 17 de septiembre un acuerdo sobre el establecimiento de una "zona desmilitarizada" entre los territorios insurgentes de Idlib y los sectores controlados por el gobierno de alrededor.
El plazo oficial para la creación de esta zona expiró el lunes y las dos potencias se mostraron optimistas, pese a que en el terreno no se hayan respetado algunas disposiciones del acuerdo.
Ambos países concedieron un plazo suplementario a los yihadistas de Idlib para abandonar la zona desmilitarizada.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció durante el verano una cumbre entre los cuatro países para principios de septiembre, pero esta no se celebró.
Sin embargo, colaboradores de Erdogan, Macron, el presidente ruso Vladimir Putin y la canciller alemana Angela Merkel se reunieron en Estambul el 14 de septiembre para preparar una futura cumbre.
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