Calmels -representante del ala liberal y contraria a la línea dura adoptada por Wauquiez desde su llegada en diciembre pasado, enfocada en la identidad y la inmigración- fue cesada tras expresar sus dudas sobre el actual momento de LR en una entrevista en el periódico Le Parisien, mencionó Efe.
Su despido, inmediato, puso sobre la mesa la difícil cohabitación entre las diferentes corrientes del partido, con dificultad para dejar su impronta entre la gobernante La República en Marcha (LREM) y la ultraderechista Agrupación Nacional.
"Cada uno hace lo que cree que debe hacer, pero solo puedo decir una cosa: Me gustaría que todo el mundo entendiera esta idea simple de que sin unión nada es posible. Y de que hay que unirse", dijo el expresidente francés Nicolas Sarkozy, que encabezó esa formación.
En ese sentido se expresó asimismo el ex primer ministro Jean-Pierre Raffarin, quien alegó que, "si la derecha republicana no es capaz de unir sus diferentes sensibilidades, no tiene futuro" porque "las instituciones de la V República dan las llaves del futuro a quienes quieren unir".
El también ex jefe de Gobierno Alain Juppé y actual alcalde de Burdeos, donde Calmels es su primera adjunta, recalcó hoy que la lealtad "es perfectamente conciliable con la expresión de una cierta diversidad de sensibilidades que no están todas alineadas".
Juppé -líder del ala moderada de los conservadores, pero actualmente distanciado del partido- ya avanzó ayer en la red social Twitter su respaldo a su colaboradora, de quien destacó que tiene valentía y "convicciones".
Las desavenencias dentro la formación comenzaron nada más convertirse en líder Wauquiez, tras la debacle de François Fillon en las elecciones presidenciales del año pasado, en las que no consiguió alcanzar la segunda vuelta.
La última polémica explotó tras la publicación la semana pasada de un panfleto de LR titulado "Para que Francia siga siendo Francia", con eslóganes como "Nunca ha habido tantos inmigrantes" o "Nunca ha habido tanta delincuencia", asociados a la ultraderecha.
"No es una cuestión de línea, sino de método de trabajo", manifestó hoy en Le Parisien el secretario general delegado de LR, Geoffroy Didier.
En defensa de Wauquiez salió igualmente una de las portavoces, Lydia Guirous, quien subrayó que "no se puede mantener a una número dos que juega contra su propio campo".
Calmels había admitido ayer que existen tensiones, "pero sólo sobre las cuestiones de fondo", y se mostró convencida de que "la derecha puede renovarse con su grandeza y sus valores, lejos de la mediocridad de los razonamientos simplistas e irreales que hacen los extremistas".
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