Borís Arvátov (1896 – 1940) , teórico del productivismo ruso, es analizado por María Zalambani, que hace un estudio introductorio en el libro sobre el autor y el productivismo citado.
“De la misma forma que los pintores productivistas lehabían declarado la guerra al subjetivismo en el arte, a un individualismo burgués que se apoyaba en las nociones de inspiración y genialidad, los partidarios de la literatura factográfica proclamarán la necesidad de abandonar la creación de mundo imaginarios por la descripción exacta de la realidad”, escribe Zalambani.
Arte y Producción recoge los capítulos: De arte y clases sociales (1923); De arte y producción (1926), y Textos publicados en revistas.
A los artistas, una vez consolidada la revolución se les amonesta:
“Los trabajadores políticos de Octubre dijeron: “Os hemos dado a vosotros, artistas, lo que queríais,, ahora dadnos lo que queremos nosotros. Dadnos carteles, ilustraciones, pósters y otras obras que sean útiles y comprensibles aquí y ahora, en este mismo momento, porque el tiempo apremia”
Ocurre que el triunfo de la revolución marcó el inicio de un conflicto irresoluble entre la intelligentstia y el poder soviético, señala con acierto el libro.