El Catedrático de Lengua y Literatura, Moreno Ayora, después de realizar un minucioso estudio acerca de la obra «La danza de la métrica» confirma que May Gracia Abad domina con precisión los recursos métricos, el cómputo y la estructuración estrófica es observación que cae por su propio peso, según vamos examinando y disfrutando sus textos. Es cierto que aunque el total de estos sea de cincuenta, las modalidades estróficas se reducen en la práctica si las contemplamos genéricamente, aglutinando por ejemplo en una sola todas las variantes del soneto, o pensando, por otro lado, que lira y decilira es solo una variedad formal. Pero entre ellas, entre esas cincuenta, se registran algunas de tan antigua nobleza poética como la cuaderna vía, romance, manriqueña o villancico.
Precisamente son los versos agrupados en villancicos (alguno de ellos hasta se han musicado) o en seguidillas los que adquieren, más que otros, una gracia y agilidad que le son inherentes y que veremos con el mismo aire repetidas en haikus o senryuus, como este título «Vuestra sonrisa: Vuestra sonrisa / es el faro que guía / mis alboradas». Piénsese también, para valorar la riqueza de posibilidades poéticas que ofrecen estos versos, que los mismos se agrupan incluso formando nuevas estrofas que el lector seguramente desconoce –véase, a este respecto, lazarillo, poseguilla o jotabé- o incorporando a nuestra creatividad recientes estructuras líricas de la poesía oriental, como son el haikus, tanka o senryuu, teniendo en cuenta que estos dos últimos términos ni siquiera están asentados en el diccionario de la RAE.
(Redactado a partir de un texto original de Eduardo Guaylupo, publicado en el diario “La Razón” de Madrid y remitido por May Gracia Abad)
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