Los padres del fallecido decidieron no presentar una denuncia y perdonar al religioso, algo permitido por la ley paquistaní, pero la Policía registró el caso y ha detenido al clérigo, indicó Ali.
La violación y asesinato de una niña de 7 años en la ciudad de Kasur (este) conmocionó al país asiático hace dos semanas y provocó protestas violentas que acabaron con dos muertos por la aparente inacción de las autoridades políticas y policiales.
La Policía considera que el responsable de ese crimen es un violador y asesino en serie implicado en al menos otros 8 de los 12 casos en esa ciudad en el último año.
El pasado miércoles se produjo otra protesta por el asesinato y violación de otra niña en Mardan, en el noroeste del país, por otro caso de supuesta inacción policial.
En marzo de 2016, Pakistán convirtió en delito los abusos sexuales a menores y la pornografía infantil tras un escándalo de pedofilia en Kasur en el que 19 menores fueron fotografiados y grabados en vídeo.
A pesar de ello, ONG y activistas creen que el país carece de los mecanismos para prevenir o hacer frente a la violencia contra los niños, un mal endémico en Pakistán.