La mujer en el próximo siglo…

“Muy buena pregunta para una fácil respuesta pues habría que preguntarse hasta qué punto la mediocridad forma parte de esos colectivos que conforman esos organismo os (in)competentes. Precisamente, hace muy poquitos días, en una gráfica viñeta de humor en un diario nacional, a su autor debía de preocuparle lo mismo pues el texto de la viñeta rezaba así: “Ni filósofos, ni pensadores, ni poetas, ni escritores, ni científicos, ni arquitectos, ni….(y citaba varias profesiones más) figuran entre los veinticinco primeros nombres que nos gobiernan”.

“Tal vez la respuesta al señor Vidal pueda encontrarse en el contenido de esa viñeta de humor.”

“Y es que a los gobiernos interesa más la manera de perpetuarse en los cargos para enriquecerse, que generar cultura que tan sólo enriquece el espíritu pero que, sin embargo, sería capaz de cambiarlo para que el reparto de las riquezas fuera equilibrado”

“El presente siglo, ya próximo a extinguirse, pasará a la historia por los grandes adelantos, por los grandes logros que el hombre, en su saber, ha conseguido, pero también pasará a la historia por las grandes catástrofes que su propia mano ha cometido contra el propio hombre.”

“También la mujer, en los últimos treinta años ha sido protagonista de los grandes cambios sociales. El próximo siglo será decisivo para la mujer y para los grandes acontecimientos que se avecinan y que a todos nos afectan. El hombre ha de ser capaz, debería serlo, de compartir con las mujeres las grandes decisiones porque de ellas dependerá la paz y la conservación de nuestro planeta. El hombre, por su naturaleza bélica y competitiva, seguirá planeando las guerras y las masacres haciendo un mal uso de su poder y racionalidad porque no puede evitarlo ya que para su desgracia carece de esa rica interioridad y de esa especial sensibilidad que posee la mujer y que sólo ella es capaz de atesorar y potenciar dentro de sí para despertar en su interior ese sentimiento solidario y compasivo para con los que sufren. El hombre, insisto, pese al gran proceso civilizatorio que ha protagonizado a lo largo de la historia, no ha sido capaz de erradicar las guerras.”

“Cuentan los libros que Madame Curie, la que junto a su esposo descubriera el radio, encontrándose un día tan sólo en calidad de acompañante del señor Curie en una reunión de hombres que trataban temas de estado, en un momento de la conversación se atrevió a pedir la palabra para decirles: “Les oigo hablar de no sé cuántas bajas que van a producirse en la guerra, pero, ¿se dan cuenta de que esas bajas son hijos, son hermanos, son padres, son esposos qué van a dejar tanto dolor en sus familias…? ¿Es que no se dan cuenta…?”

“Tal vez Hobbes, cuando allá por el mil quinientos y pico escribiera aquello de que “el hombre es un lobo para el hombre” todavía no había reparado en los sentimientos de la mujer y en lo que ésta podría aportar a la humanidad.”

“Es muy importante que la mujeres capacitadas y formadas se inmiscuyan en las altas instancias de los distintos gobiernos para que entre sus prioridades siempre figurara la PAZ, con mayúsculas y para conseguirla sería fundamental erradicar ese placer por el Poder y por la ambición desmesurada que no conduce más que a la mediocridad. Puede que para entonces las campañas hacia la lectura de las grandes obras maestras sea un hecho”

Y han pasado 22 años de este artículo. Y nada hemos avanzado. Creo hemos ido a peor.

(*) Concha Pelayo es escritora y miembro de FEPET y AECA