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Trichet llama a España a profundizaren la reforma laboral y de pensiones

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Trichet llama a España a profundizaren la reforma laboral y de pensiones

El BCE dice que es el turno de las instituciones y los gobiernos para actuar contra la especulación.Zapatero compara la crisis con una carretera de montaña y confía en estar ya en "la última curva".

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, juzgó "extremadamente importante" que España profundice en las reformas del mercado laboral y en la pensiones. "Son dos áreas esenciales para esta economía (la española) y para todas", afirmó Trichet en Madrid, en una rueda de prensa posterior a la clausura del V Seminario de Alto Nivel del Eurosistema y los bancos Centrales de América Latina.

Trichet valoró que el Gobierno español ya "ha decidido" abordar en un corto plazo la reforma de las pensiones y juzgó "apropiadas" las medidas anunciadas por el Ejecutivo para garantizar la reducción del déficit público en el 2010 y el 2011. A partir de ahora, lo importante, según Trichet, es que todos los gobiernos "demuestren que están haciendo lo que deben" para gozar de "la máxima credibilidad".

El guante fue recogido por el presidente Zapatero, quien subrayó el compromiso "firme y definitivo" del Gobierno con la consolidación fiscal y las reformas. En la entrega del Premio Nueva Economía Fórum al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en Madrid, Zapatero se mostró confiado en estar ya en "la última curva" de la crisis.

Con todo, el mensaje que Trichet quería trasladar iba dirigido a las instituciones y los gobiernos europeos, a los que pidió que hagan "lo que haga falta" para acabar con las turbulencias de los mercados financieros, con la especulación y con la crisis de la deuda pública en la zona euro.

Según Trichet, el BCE ya ha hecho todo lo que está en su mano para contribuir a tranquilizar los mercados financieros. En su última reunión del consejo de gobierno, el jueves pasado, el BCE decidió mantener la barra libre de liquidez para las entidades financieras al menos hasta el primer trimestre del 2011 e intensificar la compra de bonos de los países con dificultades. "El mercado lo supo apreciar", ponderó Trichet. De forma casi automática, el coste de la deuda pública de los países más castigados por la especulación se relajó tras las medidas anunciadas por el BCE.

Sin embargo, ahora han vuelto las señales de presión. El diferencial entre el tipo de interés del bono español y el alemán se ensanchó ayer hasta el entorno de los 250 puntos (desde los 219 puntos del día 8). El tipo de interés el bono español a 10 se situó ayer en el 5,43% frente al 2,95% del bono alemán. También se han vuelto a encarecer ligeramente los bonos de Grecia, Portugal y Bélgica.

Las especulaciones sobre posibles rescates de Portugal y de España no han desaparecido y Brasil ha ofrecido ayuda a su antigua metrópoli mediante la compra de deuda pública. Además, la agencia de calificación Moody´s ha puesto "bajo vigilancia y con vistas a una posible degragación" a una decena de bancos portugueses, tres de los cuales son participados por La Caixa, Santander y Banc Sabadell. Influido por esta circunstancia, el Santander lideró ayer las pérdidas de la bolsa española (-2,28%).

Tras el respiro que se tomaron los mercados después del pasado jueves, las turbulencias vuelven a la carga. Trichet dijo ayer los inversores y ahorradores "necesitan su tiempo" antes de darse cuenta de que hay unos nuevos elementos "que han aparecido en escena", que van a arruinar las ganancias de los especuladores. "Estamos ante un compás de espera", dijo. Y en este momento --añadió-- lo que toca es que los gobiernos y las instituciones europeas transmitan firmeza y credibilidad en el cumplimiento de sus objetivos de reducción del déficit y de ejecución de reformas que permitan aumentar el potencial de crecimiento de las economías.

Poco ayuda, desde este punto de vista, la nueva polémica en la que se han enzarzado el presidente del eurogrupo, Jean Claude Juncker, y el ministro italiano de Economía, Giulio Tremonti, por una parte, y la cancillera alemana, Ángela Mérkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, por otra. Los primeros han defendido la emisión de eurobonos y la ampliación del fondo de rescate; los segundos lo rechazan. Los primeros han acusado a Merkel y Sarkozy de "antieuropeísmo" y de "egoísmo". Y estos se defienden. "Nosotros estamos a favor de ahondar en la responsabilización de los estados en lugar de desresponsabilizarlos", afirmó ayer Sarkozy tras reunirse con Merkel en Friburgo (Alemania), donde ambos líderes acordaron un frente común de cara a la importante cumbre que la Unión Europea celebrará los días 16 y 17 en Bruselas. De esta cumbre se espera la aprobación del nuevo mecanismo permanente de rescate para los países de la zona euro a partir del 2013, así como el envío de un mensaje de firmeza de las instituciones europeas para combatir el acoso de los mercados.

 

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