Fiesta de la Virgen de Urkupiña en Madrid

Esta manifestación de fervor religioso y de reafirmación de los valores culturales, religiosos y folklóricos del pueblo boliviano arrancó en Madrid en el año 2003 de la mano de sus organizadores agrupados en torno a las actividades que en aquellos años comenzaron a desarrollar los propietarios del conocido restaurante “La Perla Boliviana” quienes articularon y organizaron las primeras entradas de la Virgen con numerosos adherentes por las calle del barrio de Usera donde residía por ese entonces, un numeroso colectivo de inmigrantes bolivianos.

A las primeras fraternidades formadas principalmente en Madrid y que acudieron en los inicios de esta gran festividad, se han ido uniendo con el correr de los años numerosos grupos (fraternidades) y que acuden cada año desde distintos puntos del país así como también de otros países europeos donde existe también, gran implantación de ciudadanos bolivianos.

Año tras año ha ido aumentando el número de participantes que agrupados en las llamadas fraternidades rinden homenaje a su patrona, la Virgen de Urkupiña ataviados con sus vistosas vestimentas típicas de gran colorido y belleza visual que bailan incasablemente bajo un ardiente sol, cada 15 de agosto o la fecha del fin de semana más próximo al día 15, para favorecer la máxima concurrencia de bailarines al evento.

Este año 2017, la concurrencia de fraternidades ha rebasado todas las expectativas, según manifestó Lan Bolaños, presidente de la Asociación Cultural “Virgen de Urkupiña” y principal (y entusiasta) promotor de esta fiesta. En efecto, casi 100 fraternidades con una media de 20 a 25 componentes cada una, han debido desfilar y rendir culto a su Virgen en dos jornadas ante la imposibilidad práctica de hacer que 100 fraternidades pudieran en una sola tarde y entre las 14.00 y 22.00hrs, cumplir adecuadamente con sus coreografías (largamente ensayadas). Fue así como debió organizarse en dos días (sábado 12 y domingo 13) este multitudinario desfile que reunió cientos y cientos de bailarines bailando bajo un sol que elevaba la temperatura hasta los 36 grados centígrados.

Los escenarios elegidos fueron para el día sábado, una ancha avenida aledaña a la estación de RENFE de Entrevías-Asamblea de Madrid y para el domingo 13, la avenida de Arcentales junto al Metro de Simancas, escenarios ambos que se prestaron muy adecuadamente a las necesidades y facilidades tanto para las comparsas de bailarines como para el numeroso público que se apostó a ambos lados de las avenidas escogidas para asistir y disfrutar de primera mano de estos desfiles.

La “entrada” –que es como se denomina a este desfile ha ido progresivamente mejorando con las experiencias de cada año y es así como en esta ocasión del presente año 2017, la presentación ha sido impecable y el comportamiento del público ha sido igualmente, digno de destacar ya que a este buen desarrollo ha contribuido de manera muy importante, la amplitud y fácil acceso de los escenarios escogidos y que han permitido el desplazamiento cómodo de las distintas fraternidades de bailarines y la ubicación también cómoda, del publico asistente que en los dos días de la festividad ha rozado en total las 10.000 personas.

Como se sabe, la fiesta de Urkupiña coincide con la celebración de la fiesta de la Virgen de la Paloma en Madrid, posiblemente la fiesta más castiza y tradicional de la ciudad de Madrid por cuanto, la Virgen de la Paloma es -por decirlo así-, la “segunda patrona” de los madrileños (la primera es la virgen de la Almudena que tiene también, su propia fiesta) Por otra parte la festividad de la Asunción de la Virgen que es precisamente el 15 de agosto, tiene en los distintos países iberoamericanos su propia celebración y denominación y en cada país recibe un nombre diferente o ajustado a las circunstancias locales pero corresponden todas a la misma celebración religiosa: La Asunción de la Virgen y en el caso de la celebración boliviana, la tradición señala que esta festividad arranca hace muchos años.

Un poco de historia…

Aunque no existe claridad respecto a la fecha exacta del reconocimiento oficial de la Virgen de Urkupiña como imagen auténtica mariana, según algunas fuentes está establecido que el culto a dicha imagen se remonta a la época de la colonia, siglo XVI, ​ sin embargo, no existe un documento que apoye fehacientemente esta afirmación y es más posible entonces, que el culto se haya iniciado hacia mediados del siglo XVIII. La llegada de los colonizadores españoles en el siglo XVI a los valles Cochabambinos, trajo consigo nuevas costumbres y formas de ser y vivir.

Junto a ellos llegaron misioneros para propagar la fe cristiana, para lograr este objetivo tuvieron que utilizar muchos métodos misioneros, como también aprender la lengua para poder comunicarse, entre otros. Sin embargo, con el transcurrir del tiempo, poco a poco la población indígena fue aceptando y asimilando la fe cristiana.

La historia de la Virgen de Urkupiña se remonta a la época colonial, como se señala en la "Leyenda de la Virgen", donde una pastorcita comunica sus encuentros con una gran Señora, que al perderse por la montaña señala a la señora diciendo en su idioma nativo "Orqopiña", que quiere decir: "ya está en el cerro".

Así comienza esta historia de fe junto a "Nuestra Señora la Virgen María de Urcupiña", aunque carecemos de documentación precisa sobre los inicios de esta fiesta, por ser una fiesta de los indígenas que se realiza en la doctrina del "Valle Grande de San Ildefonso de Quillacollo". Su fiesta se celebra cada 15 de agosto en honor a la Asunción de la Virgen María.

La documentación explica acerca de la festividad de la Virgen de Urcupiña que ésta es:

"Una de las cargas más costosas por el fasto y solemnidad que reviste su celebración es la fiesta de la Virgen, que el 15 de agosto, realiza el Curato de Vallegrade de San Ildefonso de Quillacollo, excediendo los gastos de esta a los dos mil pesos y más" (año de 1760)

(*) FEPET es la Federación Española de Periodista sy Escritores de Turismo y Gastronomía

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