En las imágenes ofrecidas por los medios locales varias personas sin identificar se apartan de la manifestación pacífica de los vecinos del barrio, en la que participaron unas 1.500 personas y que reclamaba un aumento de la seguridad en la zona, y arrojan los explosivos contra estas casas identificadas como de propietario gitano, citó Efe.
Hoy la policía realizó una redada en estas casas y confiscó en ellas armas y drogas, además de detener a 30 personas, entre ellos al joven de 23 años, que dijo haber realizado los disparos durante una celebración familiar.
En muchas zonas de los Balcanes, sobre todo en el ámbito rural, es tradicional realizar disparos al aire en celebraciones importantes.
La Policía no ha podido aún encontrar el arma homicida, crucial para conectar al asesino confeso con el escolar asesinado, aunque sí encontró casquillos del mismo calibre del encontrado en el cuerpo del pequeño.
El jueves por la noche, durante una celebración en el patio de su escuela, el niño de once años, que fue enterrado hoy, se desvaneció en lo que pareció ser un desmayo y posteriormente falleció.
Al realizársele la autopsia se descubrió que la sangre en su cabeza no era fruto de un golpe con el suelo sino del impacto del proyectil.
Según afirman algunos medios locales, los disparos son "habituales" en la zona y los residentes se quejan habitualmente del tráfico de drogas y de la alta concentración de armas de fuego.
El ministro griego de Orden Público, Nikos Toskas, aseguró hoy que el "problema de la criminalidad en la zona no se puede resolver con una operación policial".
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