Si lo hace, le felicito…

Un señor de nombre Ramón Espinar, senador de España en representación de Podemos, es un “famoso” Leí los motivos por el cual los medios deshonestos le han dedicado portadas y comentarios, le acusan de un delito.

Como una forma de resumir el “delito” que le han atribuido, lo cuento de acuerdo a esas publicaciones: compró un piso por una cantidad y lo vendió por otra y en la operación le quedaron algunos eurillos de ganancia. Lógicamente no es la misma ganancia que obtienen los bancos cuando dicen que están sin liquides, ese dinero a fondo perdido lo pagan todos los ciudadanos y son millones de euros que llegan a oídos de ocho millones de seres humanos sin trabajo y nada que comer, que se preguntan si existe otra vida y en esa ser banquero.

También hablan de pisos de protección oficial.

¿Usted ha oído hablar de ¿delincuentes con protección oficial? Pues sí, los hay

La principal secta religiosa, no paga impuestos.

Algunas alcaldesas ladronas, son aforadas.

Corruptos reincidentes, tienen permiso carcelario, porque un nieto hace la comunión.

Bueno la cosa es que este señor, el senador, hizo la operación y siguió desempeñando su cargo normalmente. No es un delito, dicen los pijos o las pijas, de la principal comunidad española, que es algo poco ético o falto de moral. Y es entonces cuando llegó la sonrisa a mi rostro.

Recuerdo que mi abuela me dio unos correazos cuando llegué a casa con seis o siete pencas. La penca es un cactus, con sus correspondientes espinas y nace libremente en los cerros, la usábamos para ensaladas. Como vivíamos en un cerro, sin agua, electricidad o alcantarillado, por culpa de mi abuelo, mi abuela, mi padre y mi madre, ya que durante su vida fueron personas honradas, y la consecuencia fue que al morir nos dejaron la cocina vacía. Ninguna cuenta en Panamá y ni en paraísos fiscales.

Todos los vecinos recogíamos pencas, y había un código: los de familia numerosa, llevaban más a sus casas que los de familia de pocos integrantes. Yo pensé que como éramos seis hermanos, mi madre y mi abuela, con seis pencas era suficiente, pero mi abuela no lo entendió así: ¡No! ¡Es delito!... Me dijo, sólo que los que necesitan más tienen derecho a más. Con tres hubiera bastado. Aprende o de mayor serás un ambicioso que lo tiene todo, inmunidad, aforamiento, dinero negro, tarjetas falsas y mansiones, pero roba y roba.

También en Chile se conoce con el nombre de penca al pene, pero eso no interesa en este relato.

Mi risa, la historia de las pencas y lo que llaman ética, se lo quiero recomendar al señor Espinar.

Le diré algunas palabras fuera de tono, pero nunca pensar en insultarlo.

Usted mi respetado señor ha actuado como un ignorante en cosas de este siglo, yo le haré una recomendación.

Recoja todas las pencas que pueda, no cometerás delito alguno, son de todos. Sonría siempre, es lo que más le molesta a los bandidos.

Y lo más importante; Ponga usted un banco o si quiere una Caja de Ahorros, digamos Caja de Alcorcón, de Lavapiés, Legazpi, y por qué no Caja de Madrid, mande imprimir una publicidad engañosa, como la de los otros bancos y Cajas, ofrezca altos intereses y variadas regalías a quienes pongan el dinero en su banco, seguro que serán jubilados, ancianos, ancianas, gente de después de muchos años trabajando ha logrado tener un dinerito, inmigrantes, y esforzados trabajadores de cualquier oficio. Usted juntará unas treinta mil cuentas y cada una por lo menos con 1.000 a 2.000 euros, esto da un total gigantesco. Posteriormente cierre el banco o La Caja, quédese en su mansión y espere, le llegaran denuncias, pero como todo ladrón o estafador, usted ya habrá echado sus cuentas: total de lo estafado 2.000 millones de euros, cien para un abogado conocido por sus pillerías, mejor si antes ha ocupado un puesto en algún organismo judicial, ministerio o en el cuerpo diplomático. Otros diez para “distribuir” entre los que se solidaricen con su causa. El resto a Panamá, Paraísos fiscales, Países “desarrollados” y algún lugar encabezado por un dictador “amigo”. Ahora le cuento las consecuencias: Será citado con mucha anticipación a declarar, digamos seis o siete meses, lo que le da tiempo para eliminar pruebas en su contra, reunirse con su defensor, revisar los intereses de su dinero, comprar joyas a su amante.

Y el día que vaya a declarar, le permitirán acudir entrando por la puerta de los “famosos” es decir una puerta secreta, para eludir a la prensa y a los estafados que sueñan con colgarlo de una farola. Le atenderán de inmediato, no tendrá que esperar toda una mañana como los peligrosos ciudadanos que deben una cuota de la hipoteca, de un mes sin pagar la Seguridad Social o el I.V.A. correspondiente, no, esos sí que tienen que perder el tiempo, ya le diré por qué.

Con el dinerito que tiene a buen recaudo tómese vacaciones en lugares donde se permitan orgías, consumo de drogas, prostitutas elegantes, licores finos, y servicio de guardaespaldas como ser: Montecarlo, Roma, Berlín, Vaticano, Moscú o playas paradisíacas que sus consejeros le recomendaran.

De vuelta a la tierra, es decir a su casa, habrá periodistas esperándole, pero no se preocupe son frustrados que nunca obtuvieron el diploma correspondiente y nunca serán directores de ningún medio de comunicación, esos “informadores baratos” le harán una entrevista, ahí estará usted, sentado en un sillón de mimbre, con un “cubata” en la mano, sonriente, una bata de terciopelo, dos “señoritas del servicio” un perro con pedigrí, y tres Mercedes en el garaje.

Saldrá en la tele, tendrá fans, será feliz. Será un Robín Hood al revés, robará a la gente pobre para gastarla en orgías con los ricos. Un Alí-Babá moderno, que no esconde el botín en una cueva lo entrega a los banqueros para que se lo guarden.

Ahora le cuento de los “malos” que sí tienen que perder el tiempo. Son los inocentes que piensan que aún quedan personas honradas, los que esperan desesperados que llegue una cita para una intervención quirúrgica de un hijo o una madre, que tarda un año. Otros decenas de miles, soñando un puesto de trabajo, muchos pensando en los sueldos de los políticos, sus viajes en primera clase, sus alquileres altos, sus borracheras, su no pagar Seguridad Social, sus vacaciones de diez meses, altos salarios que nadie quiere recortar y su bienvenido aforamiento.

No mi querido señor, su forma de pensar, la gente que le rodea, su conciencia, le impedirían hacer lo que le sugiero. Yo sé, la gran cantidad de seguidores de su partido lo saben, la gente honesta lo sabe, los dirigentes de su partido lo saben, los ladrones que le conté antes, quieren destrozarlo a usted y su colectividad, no renuncie a su candidatura, siga con la cabeza en alto y si mañana puede vender el piso donde vive actualmente y ganar unos euritos, hágalo, eso se llama sobrevivir. Que lo hagan todos los que puedan hacerlo. Lo que hacen los que robaron a miles de ciudadanos, que compran áticos, que mangonean con las obras del estado, que amañan presupuestos, que financian campañas electorales con el dinero de los contribuyentes, eso no es sobrevivir, es sencillamente ser un hijo de perra, un mal nacido. Pero no piense en la violencia, porque actualmente a quien lucha por su dignidad, para que le respeten, a quién tenga un techo, una cama, un trabajo, un doctor, un profesor, un colegio para los hijos, si se le ocurre salir a la calle con una pancarta entonces, será un terrorista.

Hay un dicho muy cierto, si matamos las moscas, que todos conocemos, no podremos ver la mierda y nos mancharemos los zapatos.

Geral Aci (Madrid)