¡¡No!!

La exigencia no puede parar hasta poderlo alcanzar, son sentimientos que tiene el ser humano ¿Hasta dónde puede llegar para el poder ensalzar su ego particular? NO somos perfectos pero el ¡NO! Se ha quedado grabado en nuestro cerebro, lo soltamos en cualquier lugar sin miramiento del daño que puede causar.

En el Norte o el Sur, a los costados del mapa de la Ibérica, se busca la equidad en donde más suena, a veces con exigencias para gastar más dinero del que apenas nos queda ya. ¡Aquí!, NO queremos lo malo, todos queremos ganar y a veces ¡NO! Luce con claridad. Existen diferentes caminos para transitar aunque NO nos guste que haya gente para conversar y negociar con la que se puede contar y acepten colaborar, pero NO recogen el gesto de la realidad porque la ambición NO deja parar, hasta que el sol deje a oscuras y sin calentar la piel de toro y caiga sin dignidad.

Desde la ignorancia se puede perjudicar, desde la intolerancia hay que luchar, porque NO se vislumbra futuro, nos quieren destrozar y rematar, y falseando la realidad ofrecen mejorar. ¡En que paraíso piensan que están! No se puede alimentar una expectativa falsa y de corto recorrido a un pueblo herido, según fuentes sancionan y aplican precariedad y olvido.

El cerebro se atrofia cuando decimos ¡NO!, entonces las cosas se pueden hacer de otra manera. Ligero de entendimiento y sobre el papel hay que obrar para todo un gran encuentro sano, limpio y con buen criterio, sin opacidad, a la que tanto recurrimos y después mal vendemos por un puñado de votos que enseguida nos postulamos como dueños.

La vida NO es un fracaso, la convertimos nosotros en pésimo transito, el poder la maltrata, la derrumba, permitimos que nos engañen con sueños de piratas.

Hay elementos tóxicos y los tenemos que sanar pero sin demagogia de la que nos gusta tanto abusar. Se busca transparencia, cuesta tanto, tanto de localizar y representar que los más avispados la retienen para después de ella alardear o de ostentar, señores, se cegó el NO, nunca se reflexiono para mejorar la situación de esta entrañable NACIÓN.

¿Cuánto vale un puñado de votos?, que no sabemos manejar, se quiere arreglar por ejemplo la precariedad, ¿alguien ha entrado hasta el fondo de este llamado mal? Mejor que no lo hagan porque se van a asustar por lo que se pueden encontrar de la realidad.