“El cuerpo si lo cuidas, te puede durar toda la vida” (XI)

Cada vez con más fuerza se recoge la idea de que el ejercicio físico debe ser una constante en la vida diaria. Una actividad física regular nos ayudará a mantener nuestro organismo en buen estado para de esta forma, enfrentar con mejores resultados los naturales achaques y/o dolencias producto tanto de los años, como de la agitación que imponemos a nuestra vida y actividades diarias.

No hace falta haber rebasado la cincuentena para experimentar molestias que hasta hace algunos años, sólo eran visibles en personas de edad madura; tales como mala digestión, estreñimiento, dificultades del sueño, cansancio, falta de vigor y tantas otras dolencias estimadas como propias de la edad.

Hoy en día las exigencias profesionales y laborales han aumentado de manera considerable y conseguir un empleo, puede ser una actividad infinitamente más agotadora que el propio trabajo buscado. Muchas personas cada vez más jóvenes padecen estrés, depresiones y trastornos de conducta que les impiden llevar una vida plena y normal.

Estos jóvenes, en pleno uso sus facultades naturales están a menudo, en situaciones de baja forma física y mental, como producto de una “atmósfera de presión” ejercida a su alrededor por múltiples razones, muchas de las cuales ni siquiera son de control de estas mismas personas.

El ejercicio físico puede ser un buen paliativo a esta situación.

Es obvio que si alguien está deprimido porque se encuentra en el paro y no consigue un trabajo, el hacer ejercicio no le ayudará a encontrarlo pero si conseguirá posiblemente, hacer que su situación de depresión, estrés y falta de ánimo, cambie y como resultado de ello, esta misma persona se encuentre en una mejor disposición física y mental para intentar otras alternativas.

El ejercicio físico en sí mismo es una valiosa arma para conseguir que nuestras mejores posibilidades tanto de aptitud como de actitud, mejoren. En ocasiones, tiene mucho más valor la actitud que la aptitud y no es necesario abundar en esto puesto que las razones son obvias.

El estreñimiento y el insomnio: molestias y dolencias propias de la vida actual.

El estreñimiento

¿Sabía Ud. que el estreñimiento es una dolencia que afecta a más del 50% de la población, y que sus causas son tan variadas que no existe una medicina general para su tratamiento? Puede deberse tanto a causas orgánicas como psicológicas o depender exclusivamente de una alimentación inadecuada, pero cualquiera que sea su origen, es una molestia que de convertirse en crónica, puede tener consecuencias muy serias llegando incluso, a ser causante de cáncer de colon.

En términos generales el estreñimiento se entiende como la consecuencia de un intestino perezoso que no consigue el tránsito intestinal en el tiempo previsto para ello.

Una dieta rica en fibras y una rutina de ejercicios apropiada, pueden hacer que este intestino perezoso se vuelva activo de manera que cumpla a cabalidad, con el papel que le corresponde dentro de sus funciones orgánicas.

¿Y cuál es el mejor tratamiento físico para un intestino perezoso?... sin lugar a dudas, los abdominales que son en mi personal opinión (como se ha dicho en alguna oportunidad) los reyes de los ejercicios básicos, al alcance de cualquier persona y que demandan un mínimo esfuerzo.

Los músculos abdominales son los que protegen y rodean todo el paquete intestinal y el hacer ejercicio físico específico para la zona abdominal, consigue que todo este paquete se mueva y que los músculos que sujetan los intestinos trabajen.

Como consecuencia inmediata de la mayor actividad física en la zona, Ud. apreciará un reordenamiento en el trabajo intestinal y puede estar seguro que hasta el más rebelde de los cuadros de estreñimiento desaparecerá, sino de manera instantánea, en forma progresiva hasta conseguir recuperar su ritmo normal.

El insomnio

El insomnio es un trastorno del sueño que en alguna ocasión afecta a casi todas las personas. Sus causas pueden ser puntuales, producto de situaciones específicas o manifestarse de manera continua hasta conseguir alterar de manera frontal la vida de quien padece este trastorno.

Puede afectar incluso a personas que lleguen al final del día con una situación de cansancio físico real pese al cual, no consiguen un sueño reparador y frecuentemente tardan mucho en dormirse con la natural acumulación de fatiga que se traducirá luego, en otras molestias.

Para un cuadro de insomnio continuado, el ejercicio físico regular se presenta como una excelente terapia que conseguirá hacer desaparecer este trastorno y sus molestas consecuencias.

10 minutos por día, tres veces a la semana puede ser un buen comienzo.

Si Ud. nunca ha hecho ejercicio físico de manera regular, le puede parecer que 10 minutos por día tres veces a la semana es poco tiempo, y en verdad lo es, pero es suficiente para conseguir mejorar sus condiciones físicas en un plazo de tiempo razonable, ya que con una rutina así, fácil de cumplir, puede ver los primeros resultados al cabo de tres meses. Es importante tener en cuenta que en esto, como en muchas otras cosas, los milagros no existen y tampoco son efectivos los aparatos de gimnasia pasiva y/o las cremas, lociones o pastillas para transformar grasa y adiposidades en músculo. Lo único efectivo, tangible y real, es que dedique unos minutos de tiempo a la semana para hacer ejercicio y puede comenzar por los abdominales. Fáciles de hacer, al alcance de cualquier persona, y puede hacerlos en la intimidad de su hogar, mientras ve las noticias de la TV.

Decídase y comience ahora mismo. Así podrá este próximo verano, lucir un buen tipo.. está justo en el tiempo.

Será hasta la próxima...