Limpieza

No olvido el fanatismo de mi abuela por la limpieza o el aseo personal. La señora quería lavar hasta el alma de mi abuelo, cosa que jamás logró. Yo nunca fui limpio, no me gustaba ducharme, cortarme las uñas, lavarme el pelo o los dientes, y ella dale que te pego con sus frasecitas;

¡Qué te llenaras de piojos, que olerás mal, ninguna chica se acercará y hasta las moscas volaran en dirección contraria cuando te vean! Bueno, pues tanta palabrería hizo calar en mi cerebro y un día me pregunté; ¿Tendrá razón la abuela? Yo conocía los piojos desde muy niño y sin preguntarme de dónde venían, si tenían familia o por qué picaban, y les gustaba vivir entre cabelleras de hombres y mujeres, en el fondo me parecían simpáticos; tan pequeñitos y ya caminaban solos, algunos eran trasparentes, nada que ver con los políticos.

Bueno, la cosa es que crecí aseándome, comprendí eso de cambiarse calcetines todos los días, como así mismo los calzoncillos y quise formar una asociación de seres limpios. Aunque estaba concientizado que aumentaba el gasto de agua, jabón y diferentes productos que vendían para suavizar o dar brillo al cabello. Pero lo acepté.

Desde entonces, cada vez que veo algo relacionado con la limpieza me alegra, como por ejemplo; las empresas eliminadoras de ratas, la inauguración de baños públicos, aumento del alcantarillado o contratación de más barrenderos para las calles de la ciudad. Me parecía positivo, anti piojos y anti pulgas.

Relacioné otros hechos con esto de la limpieza, por ejemplo, decía una noticia: “Trasladan a cabecillas del tráfico de drogas dentro de los recintos penitenciarios”, de la droga, que según dicen, pero que a mí no me consta, la introducen los familiares los días de visita, o los gendarmes e incluso algún abogado, ahora tendrán que hacerlo en otro penal y ganando menos, porque los trasladaron a una cárcel de gente pobre. Es de alegrar también cuando se publica, que de los 64 cargos públicos de tal ayuntamiento, están en la cárcel 63 y el otro, está libre porque el día de los chanchullos no acudió a trabajar. Eso es limpieza moral o de ética, aunque la mayoría queda en libertad “por falta de pruebas”

He sabido de aseos en iglesias, ordenados por algún mando “decente” que al final se quedan sin sacerdotes. En algún Banco donde el presidente compraba sus condones con la tarjeta, eso es limpieza anti usura. Sin olvidar que los altos funcionarios del estado sea ministros, directores de organismos internacionales y también de importantes representantes de la política como alcaldesas, concejales, diputados, senadores y otros cargos inventados para sacarlos del “paro” han sido aseados, es decir a través de los medios se descubren sus cochinadas o mugres y ahí aplicamos eso del aseo que tanto gustaba a mi abuelita.

Decía al comienzo que estaba alegre o quizás no lo estaba, pues bien, ni lo uno ni lo otro. Estoy desilusionado. Es como cuando era niño y a través de engaños me tenían un año esperando a Santa Claus y el día en cuestión me llenaba de sueños, en tener lo que no tenía, a ver si Santa Claus solucionaba mis carencias. Pensaba en calzoncillos, zapatos, pantalones, camisas, cuadernos, pan, azúcar, queso, carne, chocolates y un pijama de color negro, -que nunca tuve de ningún color- Y un día 24 de diciembre dejé mis únicos zapatos en la ventana, ya que según decía el rumor vecinal, al día siguiente estarían llenos de juguetes, golosinas y parte de mis sueños, pero mi barrio era un barrio pobre, muy pobre y el 25 de diciembre, lo pasé todo el día descalzo, algún vecino más pobre que yo se había llevado mis “chancletas”

Sí, mi desilusión la causó una noticia que seguramente yo interpreté equivocadamente. Ya me pasó una vez, pero nunca aprendo; recuerdo que un amigo me dijo; te tengo una buena noticia y yo le invité a una cerveza, cuéntame le dije;

-Ha muerto tu suegra. Dijo con una sonrisa, pero me puse serio y me mordí el labio inferior.

-Pero ¿no te alegra? Dijo mi amigo.

-No respondí yo, porque con la María, vivimos en su casa y no pagamos, pero ahora imagínate, una chabola destartalada en el legado de la señora y tenía 16 hijos, no nos toca ni el papel higiénico.

Entonces, la noticia que quería contar apareció en un periódico y la leí tan rápido que se me pasó la parte más importante; Decía: Se destina una buena cantidad de dinero para saneamiento de ………………………y no seguí leyendo. Es que por culpa de mi abuela, me entusiasmé tanto que olvidé leer toda la noticia.

Entonces pensé; En ese lugar llega el fin de los piojos, de las pulgas, de las moscas, cucarachas, arañas y ratas. Es más, adoptando una actitud de derechas, dije: posiblemente, es decir no lo aseguré, ese lugar estará lleno de vagos, ignorantes, prepotentes, inútiles, altaneros, violentos, gente que no produce nada positivo, pues también a eliminarlos, total debe ser un aseo completo.

Pero al terminar de leer la noticia, me desmoralicé. Dice: Varios millones de euros destinados por tal ministerio para higienizar, es decir quitar la mugre, de los cuarteles militares.

Existe mucha gente sin trabajo, pero una empresa quizás “amiga” de alguien se llevará los millones por asear los cuarteles. Al comienzo me pareció curioso, que los propios soldados no limpien sus cuarteles, ya que aparentemente no hacen nada, pero pensando bien les doy la razón.

Ellos los pobrecitos, cualquier día les dan un traje de camuflaje, de buena tela para no pasar frío, unas botas negras brillantes de larga duración pero que algunas veces desaparecen sin más, una chaqueta, un pantalón, y calcetines. Aparte una brillantes correas negras que cruzan el pecho, un cuchillo de grandes dimensiones, un revólver posiblemente del 38 con sus seis balas, un cinturón con decenas de balas de repuesto, un fusil o una ametralladora de cañón corto, un casco blindado, varias granadas, un lanzallamas, prismáticos, equipos para comunicar posiciones, un buen salario para cuando regresen. Es que todo este equipaje es porque van en una misión “de paz” No me imagino como los equiparían si fueran a una guerra.

Ahora pienso que dentro de los cuarteles habrá mucha basura, pero eso ya es problema de la empresa que fue contratada.

Yo creo que ya no me ducharé tan seguido, ni lavaré mi cabello, hay otros sitios más sucios, donde todo se soluciona con mucho dinero, a pesar de los ocho millones de seres humanos, sin trabajo, que no tienen nada que comer, salvo los “caducados” de los contenedores de basura, ubicados en la puerta de los supermercados. .

(Geral Aci – 10 de octubre de 2016, Madrid)