La Ribera Sacra, el secreto de Galicia

La Ribera Sacra es una zona que comprende las riberas de los ríos Sil y Miño, así como sus afluentes, con terrenos de 19 municipios. Se asienta en la parte sur de la provincia de Lugo y el norte de la Orense, en Galicia. La capital de la zona se convino que fuese la ciudad de Monforte de Lemos (Lugo).

El topónimo "Ribeira Sacra" podría proceder de la Edad Media y, en un principio, se pensó que el origen de su denominación responde a la gran cantidad de monasterios y templos ubicados en los monumentales cañones y escarpadas laderas que jalonan la zona. Hay más de 300 iglesias y monasterios románicos. Actualmente se pueden visitar 18 monasterios en los que cabe destacar el de San Estevo de Ribas de Sil, en el Ayuntamiento de Nogueira de Ramuín (Orense), y el de Monforte de Lemos (Lugo), convertidos en Paradores Nacionales de Turismo.

Aquí está la mayor concentración de arte románico de todo el mundo. Fue en el siglo VI cuando empezaron a surgir los monasterios, cenobios y eremitorios a lo largo de las márgenes de los ríos Miño y Sil. El mayor esplendor de estos centros religiosos se vivió entre los siglos IX y XIII. Todas las órdenes religiosas levantaron monasterios en esta zona.

A destacar su producción vitivinícola en una superficie de 2.500 hectáreas de viñedo lo que supone algo más de 5 por ciento del vino que se elabora en Galicia. La uva dominante, la Mencía, se cultiva en bancales que se han ido construyendo a lo largo de los años en las laderas de los cañones. Ni más ni menos, que 4.892 bodegas están censadas en el este idílico territorio, que aspira a ser declarado patrimonio mundial de la humanidad.

Sus viñedos dibujan la “S” Sacra y crecen dentro de cinco subzonas: Amandi, Chantada, Quiroga-Bibei, Ribeiras do Miño y Ribeiras do Sil

Recorre en catamarán los impresionantes cañones del Sil y del Miño, es adéntrate en otro mundo. Parajes imponentes con hermosos monasterios que durante siglos, alejados del mundanal ruido y al amparo del clima benigno de estas tierras, dedicaron su tiempo y su sabiduría a honrar a Dios y a los hombres estudiando los secretos de la vid. Cañones de cañones de 500 m de profundidad, de diminutos viñedos en escarpadas laderas que requieren un esfuerzo heroico. Algo único que sólo puedes ver en este rincón de Galicia.

Es ésta la Ribera Sacra, la cuna del legendario “Amandi”, un vino tan apreciado por los romanos que lo consideraban el verdadero “oro del Sil”. Un vino que siglos más tarde los monjes benedictinos elaborarían en exclusiva para las bodegas de los más refinados paladares de los papas.

Hasta aquí ha llegado, recientemente, la Federación de Academias de Gastronomía de los Caminos de Santiago, para nombrar a la zona “Comarca de Excelencia Gastronómica”. Distinción que se le entregó al alcalde del municipio de Chantada, Manuel Lorenzo Varela, quien dijo recibirla con “orgullo y satisfacción”, ya que por aquí, por el corazón de Galicia discurre el Camino de Invierno y “por ello, nos lo merecemos, porque contribuirá a que esta zona crezca”. “Tener la seguridad que seremos respetuosos con la nominación de Comarca de Excelencia Gastronómica y sabremos estar a la altura de las circunstancias”, quiso dejar claro el regidor de Chantada en el acto que tuvo lugar en las instalaciones de la vega Vía Romana. Esta titulación gastronómica la recibieron con anterioridad la comarca cántabra de Liébana y la leonesa del Bierzo.

Los componentes de las Academias de Gastronomía de las diferentes comunidades autónomas de España que atraviesan los diversos Caminos de Santiago, tuvieron como base de operaciones Monforte de Lemos, la capital de la Ribera Sacra, una localidad que atesora un patrimonio arquitectónico extraordinario como la Torre del Homenaje, el puente Romano, el Conjunto de San Vicente del Pino, el colegio de Nuestra Señora de la Antigua, el Concento de las Clarisas.

Su alcalde José Tomé, está ilusionado en poder conseguir que la Ribera Sacra sea declarada Patrimonio de la Humanidad y para ello pide la colaboración de todos.

Chantada, Carballedo, Patón, Paradela, Portomarín, Taboada….. son enclaves que atesoran tanta riqueza arquitectónica y paisajística que tiene sobrados motivos para sumarse a los 1.100 destinos que hay en mundo con la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Alicientes que duermen escondidos en esta gran desconocida Ribera Sacra.