Art and summer time

Juan Hernández juega con la femineidad y la inocencia de la mujer; una jovencísima mujer que nos mira a los ojos para hacernos cómplices de sus sueños. Un guiño sobre el hombro derecho muestra la figura sofisticada de la niña que ya no lo es. ¿Añoranza en la mirada?

Miguel Hernández y la materia. La piedra, reflejos poliédricos, y la madera o el hierro construyendo formas que nos recuerdan al gran Chillida allá en el Museo Leku de Hernani. Evocaciones para el Peine de loa Vientos de San Sebastián, para el Elogio del Horizonte de Gijón.....Pero es Miguel Hernández aunque el espectador divague y evoque. Las influencias en el arte son imprescindibles y necesarias.

Bartolomé Junquero: Tejados mediterráneos, una terraza de una ciudad de Marruecos, depósitos de agua tal vez....la imaginación se dispara y no sabemos si el pintor pensaba en antenas de televisón, tal vez en veleros.

El artista siempre juega con esa ventaja. Reta al espectador para que reflexione, para que intente ponerse en su piel. Y así nos deja...en suspenso...

Eduardo Casado en la calle, cruzando el semáforo, mirando detenidamente al viandante. Dibuja, delinea y consigue una simbiosis perfecta entre el hombre y la arquitectura. La ciudad de Zamora, bella y armónica inspira a propios y extraños. Resulta difícil discernir entre realidad y pintura.

Mónica Dixon: : Penumbra, sombras, claroscuros...y así permanecemos ante esta obra escueta y de perfectas líneas. Difumina la pintura de manera inverosímil para ensayar la siguiente tonalidad. Y no nos damos cuenta.

Hemos seleccionado cinco de los once pintores que durante estos días se muestran en la galería zamorana.

Hasta el 3 de Septiembre

Galería Espacio36 ZAMORA

(*) Concha Pelayo es Escritora. Miembro de AECA