"Este nuevo tratamiento puede ayudar a detener ataques de asma evitables, reducir los ingresos hospitalarios y mejorar los síntomas en el día a día de los pacientes, lo que lo convierte en un avance realmente innovador de cara a futuros tratamientos", afirmó el investigador Chris Brightling.
Entre los participantes en el estudio, un grupo recibió una dosis de 225 miligramos del medicamento dos veces al día durante doce semanas, mientras que a otro se le suministró un placebo.
El porcentaje de presencia de eosinófilos en los pacientes tratados con la píldora, una medida relacionada con la inflamación de las vías aéreas, se redujo del 5,4 % al 1,1 %, mientras que disminuyó del 4,6 % al 3,9 % en los del grupo del placebo.
Samantha Walker, directora de la organización británica Asthma UK, que promueve la investigación para combatir la enfermedad, consideró que el ensayo supone "una enorme promesa", aunque debe ser acogido "con un cauto optimismo".
"La posibilidad de tomar una pastilla en lugar de utilizar un inhalador sería realmente bien acogida" por los millones de personas que sufren asma, "particularmente porque este estudio se centra en personas que han desarrollado esta condición cuando ya eran adultas", agregó.
Sin embargo, "se necesita más investigación y queda todavía un largo camino hasta que en las farmacias se pueda comprar una píldora contra el asma", señaló Walker.