La tecnología también gana medalla de oro

Resultados transparentes e igualdad de condiciones. Estas son algunas de las ventajas que ofrecerá la tecnología que se utilizará en los Juegos Olímpicos que comienzan hoy en Río de Janeiro.

Dos de los deportes con mayores innovaciones tecnológicas son la natación y el atletismo. Sensores, láser y cámaras automatizadas serán utilizados en las competencias.

Una de las mayores curiosidades es la ausencia de la pistola que emite el disparo de salida en las carreras de atletismo. El “pistoletazo” existe, y la pistola también, pero el sonido es virtual. Lo escucha cada corredor, y todos en simultáneo, desde los tacos donde se apoya el pie.

Estos tacos tampoco son cualquier taco. Todos disponen de un sensor que registra exactamente cuándo el corredor levanta el pie. Esto lo logra porque reporta la presión sobre el taco a un tiempo de 4 mil veces por segundo. De esta forma se evita que nadie salga antes que los demás.

La decisión en los finales difíciles ya no dependerá de la percepción visual de los jueces. La cámara Myria de Omega, es capaz de registrar 10 mil imágenes por segundo, y con mejor definición que cualquier otra versión utilizada previamente. Los jueces podrán tomar decisiones según las imágenes de las cámaras. Además, en la línea de llegada, rayos infrarrojos detectarán exactamente cuando los corredores atraviesen la meta.

En las piscinas, uno de los grandes adelantos serán los marcadores láser que registrarán hasta el microsegundo en que los nadadores toquen las paredes. Esto se utilizará en las competencias largas para medir el tiempo exacto tanto de cada vuelta que haga el nadador como de la llegada final.

La arquería es otro de los deportes de precisión que aprovechará las ventajas de la tecnología. El impacto de la flecha se medirá con exactitud de 0,2 milímetros. Y, de paso, el público podrá conocer las pulsaciones de los competidores.

Y para los visitantes también
Los atletas no serán los únicos en disfrutar de tecnología de avanzada. Los visitantes dispondrán de los métodos de pago más modernos de la historia olímpica.

En Río se podrá pagar con tecnología “de contacto”, es decir, sin recurrir a tarjetas de crédito. Será posible realizar transacciones con anillos, relojes y pulseras electrónicas o a través de teléfonos móviles, un método más conocido.

Según reseñó Efe, la tradicional patrocinante de los Juegos Olímpicos, la compañía Visa, estrenará en Río su línea de wearables, que en español puede traducirse como “usables”. Además, llenarán Río de los llamados contactless (sin contacto), que evitan al usuario el tener que llevar consigo la tarjeta de crédito. Todo esto lo contó Adrián Farina, vicepresidente de Mercadeo de Visa para América Latina y el Caribe.

En la Villa Olímpica, por ejemplo, la compañía ya instaló 4 mil terminales de pago que permiten a los usuarios de tarjetas Visa pagar tanto de la manera tradicional como con estos nuevos medios. A la pregunta sobre qué va a pasar con los usuarios de tarjetas de crédito de otras marcas, Farina expresó:“Sólo puedo decir que no lo pasaría muy bien”.

En la entrevista a Efe, insistió en decir que ser patrocinante de los Juegos Olímpicos por 30 años no es “simplemente” colocar el logotipo al lado de los cinco anillos de colores sino participar activamente. Es por esto que se esfuerzan en mostrar innovaciones y en revolucionar métodos de pago. En esto, la tecnología tiene un papel fundamental, al igual que en lo que usan los atletas y en los avances de las competencias.

Durante los juegos, se encenderán dentro de los escenarios olímpicos, más de 12 mil computadoras, enclavadas en 250 servidores. La empresa Atos, responsable de la informática, asegura que está preparada para enfrentar hasta inundaciones y apagones.

Por un mes, Río será la ciudad de la emoción y de la adrenalina, pero la competencia no será sólo en la pista. La urbe que bulle a los pies del Cristo de Corcovado se transformará, también, en un laboratorio gigante de tecnologías, y cada una buscará, a su manera, ganar su propia medalla de oro.