Fiestas de Moros y Cristianos

Los Moros y Cristianos, según la tradición, rememoran las batallas que se libraron durante la Reconquista, cuando los reinos cristianos recuperaron los dominios ocupados por los mahometanos. Se conmemora, asimismo, la definitiva expulsión de los moriscos, que tuvo lugar en el siglo XVII.

En la provincia de Alicante y el sur de la provincia de Valencia, están las ciudades en las que se celebran las fiestas más multitudinarias, como es el caso de Alcoy, Cocentaina, Elda, Onteniente, Villena, Orihuela o Villajoyosa. Pero, también tienen lugar en otros escenarios de la Región de Murcia, el este de Andalucía y algunas otras zonas limítrofes con la Comunidad Valenciana.

Las de Alcoy, Villajoyosa y Caravaca de la Cruz tienen la catalogación de Fiestas de Interés Turístico Internacional. Recientemente se han desarrollado las de la localidad alicantina de Orihuela, también conocida como La Reconquista, que opta al título de Fiesta de Interés Turístico Nacional.

En la inmensa mayoría de las funciones peninsulares se conmemora la "reconquista" de la localidad en algún momento de la Edad Media. Sin embargo, entre las andaluzas pervive el recuerdo de la sofocada rebelión de los moriscos granadinos contra Felipe II. Pero hay otros hechos históricos que pueden haber sido motivo de inspiración para los temas representados.

La conquista de Jerusalén por los cruzados en el año 1099, puede ser el modelo admirado que se está imitando, así como la toma de una plaza fuerte que caló honda en la imaginación popular fue la de Antequera en 1410.

Otras fuentes de inspiración histórica fueron la célebre toma de Granada por los Reyes Católicos; el saqueo e incendio de Cádiz por la armada inglesa en 1596 y, en fin, la toma del puerto almeriense de Adra por los piratas turcos y berberiscos en 1620.

ORIHUELA

Orihuela ha sido escenario, un año más, de la fiesta de Moros y Cristianos. Con renovadas ilusiones los habitantes de la ciudad alicantina recrearon esta celebración histórica, que rememora la reconquista de la urbe del dominio sarraceno por las tropas de Jaime II de Aragón, ocurrida en el siglo XIII. Los festejos se articulan en torno al 17 de julio, fecha en que se produjo la Reconquista. La Gloriosa Enseña del Oriol, La Armengola y los embajadores de las comparsas son los principales protagonistas en torno a los cuales pivotan los festejos.

Durante las fiestas las distintas comparsas, tanto las moras como las cristianas, desfilan exhibiendo todo su esplendor. Hay ocho comparsas cristianas y diez moras.

Su principal día es el Día de la Reconquista (17 de julio). La víspera hay desfile de Abanderadas y procesión para trasladar a las Santas Justa y Rufina desde su Iglesia Parroquial a la Catedral. Se hace una ofrenda floral. Por la noche, se celebra la concentración, con la presencia de autoridades, de la Armengola 2015, Embajadores Moro y Cristiano, Junta Central y Festeros, para asistir a la exposición pública de la Gloriosa Enseña del Oriol en el balcón principal de la Casa Consistorial.

El domingo, 17, Día de la Reconquista, se traslada el Oriol a la catedral. Después tiene lugar la solemne procesión de las Santas Justa y Rufina, con la Gloriosa Enseña del Oriol, a la iglesia. de dichas santas patronas, y seguido la misa mayor. Una nueva procesión de vuelve el Oriol al balcón del Ayuntamiento, con todo el séquito de autoridades.

La Armengola, uno de los personajes centrales del festejo, según cuenta la tradición fue la valerosa mujer de Pedro Armengol, que logró evitar la masacre que preparaba sobre la ciudad el ejército mudéjar.

La bandera de Orihuela, nombrada tradicionalmente como Gloriosa enseña del Oriol, Estandarte de la Ciudad de Orihuela o Pendón de Orihuela, es la bandera del municipio y una de las más antiguas de España. La enseña oriolana cuenta con privilegios históricos de no inclinarse ante nadie, salvo ante Dios y el Rey; por ello está considerada uno de los símbolos de mayor tradición de España. El mismo día 17 de julio de cada año, durante la mañana, la bandera es bajada por el balcón del Ayuntamiento con unas cintas de seda para que no se incline ante nadie y es trasladada por el Síndico portador del Estandarte del Oriol, acompañado por las autoridades municipales.