¿A partir de qué edad puede mi hijo llevar brackets?

¿Cuándo es la edad adecuada para llevar a mi hijo al dentista? ¿Necesita mi hijo aparato? ¿Por qué? ¿Cuál es la edad idónea para que un niño empiece a llevar aparato?

Lo primero que deben saber unos padres es que llevar aparato no significa conseguir unos dientes rectos y estéticamente bonitos para sus hijos. Ese es uno de los objetivos pero, no el fundamental. La ortodoncia y las encías están íntimamente relacionadas. Si unos dientes están desordenados difícilmente nuestros hijos van a lograr una higiene adecuada. Esto provoca que las bacterias puedan actuar causando problemas de enfermedad periodontal. Por tanto, el colocar ortodoncia a nuestros hijos es una cuestión de salud y no tanto de estética.

Los niños deberían empezar a ir al dentista desde pequeñitos, no sólo por problemas que puedan surgir cuando aún es bebé como las caries de biberón sino para empezar a inculcar hábitos saludables y de higiene correcta al niño. A no ser que los padres o el pediatra observen algo fuera de lo normal, una edad ideal es acudir a visitar al dentista a la edad de tres años. Esto es debido a que a esta edad comienza a erupcionar toda la dentición temporal (los famosos dientes de leche). A esta edad los niños juegan con nuestro odontopediatra, se divierten y toma contacto con nosotros a modo de juego.

Respecto a los problemas dentarios, es decir, al apiñamiento necesitamos que todos los dientes permanentes estén presentes en boca y por lo tanto debemos esperar a que el niño cumpla más o menos los 12 años y ya no posea los famosos dientes de leche.

¿Cómo podemos saber si nuestro hijo necesita un aparato?

Normalmente, los casos en que se hace necesario poner aparato dental se distinguen en dos tipos de problemática: los problemas de hueso: un crecimiento inadecuado. Siempre explico que la boca es como una caja de zapatos donde la parte de arriba es la tapa y la parte de abajo es la caja. Tapa y caja deben coincidir en tamaño porque si no es imposible que cierre. De esta manera los problemas de hueso que existen nos pueden provocar que la mordida no sea la correcta, provocando desde una mordida abierta hasta una mordida cruzada. Normalmente esta problemática viene causada por malos hábitos como el de chuparse el dedo por encima de los 3 años o un uso excesivo de chupete, además de otros problemas como pueden ser: problemas respiratorios, asma, alergias, amígdalas, vegetaciones, otitis de repetición. Estos niños suelen tener ojeras, respirar por la boca y roncar por las noches.

Por otro lado, también tenenmos los casos de mandíbulas grandes: en este caso los dientes de delante inferiores muerden por delante de los dientes de arriba. Las causas suelen ser genética: existe algún familiar aunque sea lejano que presenta dicho problema. Y la mandíbula pequeña: son estos casos donde los dientes de arriba están muy adelantados. Se trata de un défi cit en el crecimiento de la mandíbula.

Por último, también puede ser problema del famoso apiñamiento, es decir, los dientes están desordenados. Esto es sencillamente porque los dientes no caben en el espacio que tienen. La razón es que la herencia del tamaño de los dientes y del tamaño de los huesos es independiente. Es decir, se puede heredar unos dientes grandes de un progenitor y un hueso pequeño de otro y viceversa.

Así pues cada caso es un mundo que debe ser examinado y tratado de forma particular por un experto. En la Clínica MEID ofrecemos un servicio de odontopediatría único en Alcorcón. Al cual invitamos a conocer a todas las familias para que nos conozcan.

¿Qué es más importante prevenir o curar?

Ambas ramas son muy importantes y deben tenerse en cuenta a la hora de llevar a cabo una higiene personal de nuestra boca. Por ejemplo, una persona que sangra siempre que se lava los dientes es probable que tenga un problema de encías. Si ese problema de encías se trata a tiempo y de forma eficaz puede no dar más problema s pero si no se hace puede dar lugar a problemáticas de mayor calado.