Antes una pequeña anécdota.
El padre de un amigo mío empresario me decía que cuando enseñaba una fabrica que tenía llevaba muy distinta estrategia, si lo hacía con una persona de cultura anglosajona o latina. Al primero resaltaba los problemas que tenía en su empresa porque su interlocutor con su espíritu crítico ya deducía las que eran partes positivas, al segundo –el de cultura latina, sobre todo a los españoles- solamente le resaltaba los logros es decir lo bueno de la fábrica, y aun así a veces no quedaba convencido.
Las que debatieron tienen una única estrategia como el padre de mi amigo, si son representantes del gobierno, solo resaltan los logros y si lo son de la oposición solo resaltan los errores y las malas políticas, ni el primero reconocen haber hecho algo mal ni las segundas atribuyen al gobierno que hayan hecho nada bueno.
Así no se puede hacer política porque lo único que logran es la bipolarización de la sociedad española y desinformarla para que son se sepa a qué atenerse.
En la vida es importante el espíritu crítico que es lo que ha hecho y hace avanzar una sociedad pero si dicho espíritu esta deformada por las estrategias política apañado vamos lo único que logramos entonces es retroceder.
Una de las cosas que si me gusto es que los “agarrones” que tuvieron fueron más suaves que las broncas de sus compañeros, aquí no se llamaron indecentes, como sus colegas los hombres.
De cualquier forma todas estuvieron muy influenciadas por sus estrategias partidistas, y yo la animo a que busquen cada una su propia forma de hacer política que no tiene por qué coincidir con la de sus colegas y compañeros de partido, es decir por los hombres de sus formaciones política.
(*) Pedro José Rodríguez Iglesias, es escritor. Autor de “Ética para Políticos”, “Regeneración Política y Social”, “Independentismo, la gran estafa”….