El primero de ellos, de la encuestadora ICM, realizado entre el 3 y 5 de junio, reveló que el 48% de los encuestados votaría a favor de abandonar la UE, lo que corresponde a un punto más que la semana anterior, mientras que el 43% optaría por la permanencia.
Otro sondeo revelado ayer, por la firma YouGov, entre el 1 y 3 de junio, el 45% de los encuestados apoyaría la salida mientras que el 41% rechazaría el Brexit.
En los dos sondeos hay un alto número de indecisos: superan el 10%.
Según un promedio de encuentas realizado por el instituto de opinión What UK Thinks, los partidarios del Brexit lideran los sondeos con 51% frente a un 49%. Hace dos semanas, la ventaja de la permanencia en la Unión Europea era de 55% contra 45%, en la misma estudio.
Esta tendencia fue adelantada la semana pasada por otra encuesta realizada para el diario británico The Guardian en la que un 52% de los encuestados apoyaría una salida de Reino Unido de la UE, contra un 48% que no apoyaría la medida.
Cuando comenzó la campaña para el referendo, el 15 de abril, el argumento que reforzó el liderazgo de la permanencia estuvo centrado en el debate económico y el costo que le podría generar al país salir del bloque.
Pero la semana pasada las cifras de inmigración volvieron a batir un récord al alza en Reino Unido, razón que podría haber provocado el cambio en los sondeos. Según la Oficina Nacional de Estadística, la inmigración en 2015 fue de 333.000 personas, aumentando en 20.000 los nuevos arribos desde 2014. La mitad de ellos fueron ciudadanos de otros países de la UE.
Por esto la inmigración se ha convertido en un nuevo foco de la campaña para el Brexit y el principal argumento de quienes defienden la salida de Reino Unido de la UE.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, uno de los grandes impulsores de la medida, ha usado justamente el argumento de la inmigración para hacer campaña por el Brexit. “No tenemos absolutamente ningún control sobre la gente que viene de los otros 27 países de la Unión Europea, algunos con antecedentes penales”, aseguró ayer.
La reducción de la inmigración fue una promesa electoral del primer ministro, David Cameron. En su campaña para la reelección, prometió reducir la tasa anual de inmigración por debajo de las 100.000 personas.
Según las cifras oficiales, el 40% de las personas que llegaron en 2015 lo hicieron en busca de trabajo, mientras que el 60% ya tenía un contrato.
En reacción a los sondeos, la libra esterlina cayó 1,1 puntos con respecto al dólar, alcanzando su nivel más bajo en tres semanas.
La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, advirtió ayer sobre las “significativas repercusiones económicas” y los efectos sobre “la confianza de los inversores” de producirse un Brexit.
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