Por el momento, la compañía aérea rusa UTAir Aviation, propietaria del avión, no ha hecho ningún comentario al respecto del suceso. Ni en un comunicado ni en las redes sociales. Sin embargo, los primeros indicios apuntan a que se trataría de un trabajador que habría sido despedido.
Otra explicación tendría poco sentido, ya que los aviones se reutilizan cuando dejan de hacer vuelos comerciales, tanto para hacer prácticas como para usar piezas del mismo.
El vídeo muestra cómo la excavadora destroza como si de papel se tratase la aeronave, reduciéndola a escombros. Si se confirma que se trata de un acto de venganza, el hombre podría incluso ir a la cárcel.